Granada y Sporting siguen en caída y sin respuestas
Pésimo partido de ambos, que continúan en descenso
El miedo a perder y la mediocridad marcaron esta especie de final que protagonizaron Granada y Sporting, y que acabó siendo un ejercicio de impotencia en toda regla. El Sporting cedió la iniciativa a la espera de cazar una contra y al Granada le falta mucho fútbol. El resultado fue un partido infame, casi sin ocasiones y con los porteros ofreciendo servicios mínimos. Burgui generó un par de arrancadas peligrosas por su banda y Cuenca dio la réplica con algún que otro centro sin rematador. Eso fue todo en la primera parte.
Y es que Granada y Sporting tardaron 50 minutos en mostrar a Cuéllar y Ochoa. A falta de buen fútbol, tuvo que ser un buen centro a balón parado de Pereira el que posibilitase el primer remate serio del choque. El cabezazo de Vezo lo mandó a córner el meta visitante. Poco después dio la réplica Carlos Castro, mucho más hábil que Lombán. Ochoa, que necesitaba desquitarse de la pesadilla que vivió en el Calderón, estuvo brillante en el mano a mano y salvó a su equipo.
No hubo más hasta el descuento. Una jugada pésimamente defendida por el Granada puso los tres puntos en la bota de Cop, a quien se le escapó el balón de forma incomprensible. Granada, que sigue sin ganar, y Sporting evidenciaron que no están en descenso por casualidad. Tendrán que mejorar mucho si quieren seguir en Primera.