El insaciable Roger llega al asalto de Nervión
El pichichi granota lleva seis goles en lo que va de 2017
Andan en Orriols echando cuentas sobre dónde y cuándo será el retorno a Primera. La grada nombró la palabra ‘ascenso’ por primera vez el pasado fin de semana. En el vestuario, al menos de puertas para afuera, todavía entonan el discurso del “partido a partido” y de la “humildad”. Pero la realidad es que salvo catástrofe universal los granotas volverán a estar entre los mejores del fútbol español. Porque también es realidad que más allá de la meteórica temporada de los azulgranas los perseguidores no se aclaran a la hora de hacerse los relevos (valga el símil ciclista) para dar alcance a la escapada en solitario. Y la realidad es también que el ansia de Roger no tiene límites y el pichichi llega con ganas de seguir con su espectacular 2017.
Muñiz no sale del tiesto. Sin levantar la voz. Hasta hora no le ha podido ir mejor. Y así seguirá hasta que las matemáticas digan lo contrario. O mejor dicho, le den la razón. El míster no se fía del filial sevillista y de su falta de presión y necesidad. No se fiaba en la primera vuelta y no se equivocó. Un partido que costó mucho a los granotas y que solo decidió un gol postrero de Montañés. El filial ha cambiado desde entonces. Seis partidos llevan sin ganar ahora.
Con el equipo (se puede decir) de gala se planta el Levante en Nervión. Con el equipo que lleva nueve victorias de los últimos diez partidos. Vuelve Toño al lateral y Rober al centro de la zaga. Con Chema, misteriosamente, fuera de la lista tras su vuelta el pasado fin de semana, el deportivista se confirma como el ‘titular’. La gran duda es saber si la apuesta de Muñiz es la magia de Espinosa o el músculo de Lerma para la medular. Todo hace pensar que se paga menos lo primero.