“Alucinábamos de niños con Doncic: vaya extraterrestre”
De la Rúa (Bilbao) es su amigo
Daniel de la Rúa de Agustín no deja de ser uno de tantos jugadores jóvenes (acaba de cumplir 20 años) que tratan de abrirse hueco en el entramado de categorías inferiores del baloncesto español. Un esforzado base de 1,80, más bravo que alto, que milita en el Zornotza de LEB Plata, aunque pertenece al Bilbao, lo que se conoce por un vinculado. No dejaría de ser uno más en busca de El Dorado de la ACB si no fuera porque se trata de un gran amigo, de los más profundos, de Luka Doncic, el elegido.
“Es como mi hermano”, confiesa De la Rúa, que jugó ayer por la tarde en la LEB Plata y luego cogió el coche para asistir como espectador al encuentro de hoy entre el Madrid y el Bilbao Basket en el que Llull cumplirá 400 partidos de Liga
Los orígenes de Doncic en España aún permanecen
frescos para Dani (dos años mayor) aunque ha llovido desde 2012. “Yo entré en el cadete B y él ya estaba en el infantil B. Le mirábamos asombrados:
¿quién es este chaval? ¿de dónde ha salido?, preguntábamos sin parar. Se le veía un talento increíble. Era un espárrago, muy fino. Llegó y ahora se ha sacado ese cuerpo… es imposible de parar”. Empezó jugando de tres, pero, como ocurre ahora, en realidad podía hacer lo que quisiera y donde quisiera. “Hacía cosas increíbles. Nos contagiaba. Aprendíamos a su lado. Alucinábamos. ¡Vaya extraterrestre! ¿Recuerdas aquella jugada del Buesa pasándose el balón entre las piernas? Pues lo intentaba en cada entrenamiento un par de veces”, concluye.