Camacho, en el 94’, iguala los dos tantos de Molina
Penalti no pitado a Portillo. Chuli debió ver la roja
Era un día histórico para el Huesca y vaya si lo fue. Porque nunca antes en sus 57 años de historia había llegado a estar tan cerca de Primera y porque resultó milagroso, pues tras haber entregado las llaves de la ciudad al enemigo al encajar el 0-2, al final enjuagó sus lágrimas convirtiéndolas en alegría igualando en el 94’ con un gol de cabeza de Camacho.
Hasta esa acción final el Getafe se veía con pie y medio en Primera. 0-1 de Molina en el 51’, 0-2 de Molina en el 74’ El Getafe debería bañar en oro el bolígrafo con el que firmó el fichaje de Molina. Posiblemente, el jugador más rentable que ha pasado en años por el Coliseum. El que más goles mete, el que más puntos consigue, el que juega cuando el equipo no sabe a qué hacerlo.
El Huesca regaló el 0-1, un penalti totalmente innecesario de Jair. Molina, que estaba loco por la música, se dejó caer un poquito, y el árbitro pitó lo que a todos pareció: un penalti bobo.
Tardó el Getafe en darse cuenta de que al último jugador del Huesca al que podía dar un metro era a Samu, y entonces comenzaron a secarle con faltas.
Todo lo que no tuvo la primera mitad le sobró a la segunda. Futbol, goles, polémica y emoción. Siendo cierto que Chuli debió de ser expulsado en la primera parte por darle una patada sin balón a Samu Sáiz, tras el 0-1 hubo un claro penalti a Portillo no señalado. Con 0-2, Anquela sacudió sus dados de la suerte y, sacó a Vinicius y Camacho, uno marcó al primer balón que tocó en el última jugada del partido.