El clásico, Gnabry y ser precoz

España-Italia. Un clásico Sub-21 nos espera en semifinales. Desde aquella final entre los Buffon y Totti ante los Raúl y De la Peña de Montjüic a la de 2013 que decantaron Thiago con un hat-trick e Isco. El último precedente es de marzo, cuando La Rojita se impuso a la ‘azurrini’ en el Olímpico de Roma dando una gran sensación de autoridad. Lo del martes será otra historia. Toda una final anticipada

Donnarumma. Le han llegado poco y ha encajado mucho el portero del

Milán, que vive en la selección un caso diferente al de su club, en el que se le multiplica el trabajo en cada partido. Donnarumma, en boca de todos por su futuro, no es milanista de cuna, sino que llegó al club en 2013 procedente de su equipo de toda la vida de un pueblo cercano a Nápoles. De ahí su voluntad de irse, algo que no gusta en el club rossoneri.

Gnabry. Estuvo poco participativo Gnabry pero es la estrella de esta Alemania con varias de sus estrellas con la absoluta en la Confederaciones. El extremo de origen marfileño acaba de ser fichado por el Bayern tras una

temporada magnífica en el Werder Bremen. Atrás quedan los años de formación en el Arsenal. Wenger le prometió ser un jugador importante de los gunners pero, como tantos otros, se fue sin las promesas cumplidas.

Zohore. Tarde y con su selección ya eliminada, pero al menos apareció

Zohore en la última jornada para dar a Dinamarca una victoria ante la decepcionante República Checa.

El corpulento delantero respondió con dos goles a la titularidad en el último encuentro. Con 16 años jugó en la Champions con el Copenhague ante el Barça y desde entonces todo ha ido en picado...