AS (Valencia)

Codazo y expulsión

Sagan tiró a Cavendish contra las vallas Démare ganó el sprint

- JUAN GUTIÉRREZ

Una decena de voraces velocistas enfilaban la última recta a 55 km/h. Era un grupo reducido porque se acababa de producir una montonera en la que se vio implicado el líder, Geraint Thomas. De repente se vio volar a Cavendish contra las vallas cuando intentaba colarse por un hueco imposible y a Degenkolb y Swift tropezar contra él y rodar por los suelos. La repetición televisiva confirmó la primera intuición: Sagan había golpeado con el codo al británico. El sprint lo ganó Démare y Thomas retuvo el maillot amarillo, porque las caídas fueron en la zona técnica. Pero ya todos los ojos estaban puestos en el jurado: Sagan fue expulsado.

Las consecuenc­ias resultaron terribles para Cavendish, que hoy no podrá tomar la salida en Vittel. Y también para Sagan, el mismo que 24 horas antes se exhibía en Longwy, que ya no podrá aspirar a su sexto maillot verde consecutiv­o. Y para la carrera, que se queda sin dos estrellas. Sagan se dirigió raudo al autobús del Dimension Data para preocupars­e por su colega, aunque reticente a admitir su error: “No lo he visto”. El gesto no vino acompañado del perdón, ni consoló al velocista de la Isla de Man, ni siquiera tras conocer la justa expulsión de su rival, después de unos titubeos iniciales de los jueces del Tour.

Este perfil de etapas se disputa bajo un guión clásico, aunque muchas veces se rompe por el viento o por alguna montonera. Ayer se impuso la opción ‘caída’. Hasta ese momento, la etapa había circulado tan tranquila que causaba sopor. Buena siesta veraniega. El guión se cumplía al dedillo: se formó una fuga en la salida, pero el pelotón la controló y llegó compactado al sprint.

Luxemburgo. Vamos a empezar por el principio: la salida en Mondorf les Bains sirvió para rendir homenaje a los cuatro ganadores luxemburgu­eses del Tour: Faber (1909), Frantz (1927 y 1928), Gaul (1958) y Andy Schleck (2010). Este último estuvo presente en el acto, porque vive a escasament­e 200 metros. De paso aprovechó para saludar a sus excompañer­os del Trek… Y allí se encontró con su viejo rival Alberto Contador, ante quien perdió el Tour de 2009 y de quien heredó su victoria de 2010 por dopaje. Hay foto de ambos juntos.

Sigamos con la fuga. Una cabalgada en solitario de 185 kilómetros de Van Keirsbulck, que alcanzó una ventaja de 13 minutos. Aventurero valiente. Sin compañía equivale a más esfuerzo y sufrimient­o, pero también a más publicidad para su maillot: Wanty-Groupe Gobert. Un equipo invitado por el Tour, que sabe ser agradecido.

Tras la caza, a 17 kilómetros, el final al sprint estaba anunciado. Exigencias del guión. Una primera montonera dejó a los velocistas en la punta. Luego vino el codazo, las caídas, la polémica… Y también el triunfo de Démare, esa perla francesa de 25 años que fue campeón mundial sub-23 y que, poco a poco, va puliendo un bonito palmarés. En 2016 ganó la Milán-San Remo. Y en este 2017 ya tiene su primera etapa en el Tour.

Hoy cambiará el guión, con la primera llegada en alto de relieve: La Planche des Belles Filles, 5,9 km al 8,5% de pendiente media, con rampas del 20%. Froome ya ha ganado ahí, en 2012. Y los dos ciclistas que cogieron el maillot amarillo en su dos visitas, Wiggins (2012) y Nibali (2014), lograron conservarl­o hasta París... Por dar pistas.

 ??  ?? EL GOLPE. En la imagen se puede comprobar cómo Peter Sagan derriba con el codo a Mark Cavendish cuando el británico intenta pasar por las vallas.
EL GOLPE. En la imagen se puede comprobar cómo Peter Sagan derriba con el codo a Mark Cavendish cuando el británico intenta pasar por las vallas.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain