Jaume Domenech “Quiero ser titular y me veo preparado”

Jaume Domenech es uno de los veteranos del Valencia. El meta ya ha lucido el brazalete de capitán esta pretemporada y afronta el proyecto de Marcelino con mucha ilusión. El método del técnico le apasiona y espera arrancar la temporada bajo palos. De todo esto habló con AS.

Es ya uno de los veteranos del Valencia. Esta será su cuarta temporada con el primer equipo.

—La verdad es que en Francia me he dado cuenta de que hay pocos que lleven más tiempo que yo. Era ya un honor para mí vestir esta camiseta solo un día de mi vida, pues imagínate durante cuatro años como tengo la suerte de llevar. Solo puedo devolver todo el cariño que recibo dándolo todo en el campo y exigiendo a su vez compromiso a todos los compañeros.

—¿Qué tal los últimos días en la concentración de Evian-Les-Bains?

—Muy contento, la verdad, muy ilusionado con la temporada que se nos presenta y con lo que estoy sintiendo. Veo que allí ha habido, como te diría, una nueva disciplina, que nos está viniendo muy bien. Veo un buen ambiente en el equipo, la verdad es que me motiva y estoy ilusionado con la llegada del nuevo entrenador.

—¿En qué lo nota esa nueva disciplina?

—Hay más organización, más disciplina. También veo una estructura dentro del club más sólida. Eso nos va a beneficiar al equipo.

—Pero defina ese concepto de disciplina.

—No es disciplina de sargento. No es eso. Para nada. Es de organizar horarios, de controlar el peso, la comida, el análisis del jugador, unos horarios fijos y definidos. Yo lo llamo disciplina, no sé si es el término correcto. Pero sí es lo que la camiseta del Valencia merece: compromiso. Es una rutina que nos hará ser mejores. Eso es compromiso, algo que cada jugador que lleva esta camiseta tiene que tenerlo.

—Me da que usted es la horma de ese zapato que está inculcando Marcelino.

—Yo soy partidario de eso, sí. Me gusta el orden, el sacrificio, no entiendo otra fórmula. Yo me siento bien así, es lo necesario para rendir como buen profesional. Se respira otro ambiente.

—¿En qué sentido?

—Pues mira, a pesar de no haber cambiado mucho la plantilla, noto un ambiente mucho más ilusionado, de más felicidad. Veo más intensidad en los entrenamientos. Ese orden y disciplina ha hecho reflexionar a cada jugador de que no estábamos en el camino que tocaba.

—¿Cómo es el mensaje de Marcelino?

—Claro. Directo. A mí lo que me gusta es que con muy pocas palabras te dice claro lo que necesita y lo que quiere del equipo. Es una de las maneras que tiene de convencer al jugador. Con dos o tres palabras te dice lo que tienes que hacer en el campo. Y si te sale, tú mismo te auto convences de que ese es el camino. Eso es un hábito que se genera y que da rendimiento, eso te hace creer en el entrenador.

—¿Es Marcelino el referente de este proyecto? O mejor dicho, ¿necesitaban ustedes, los jugadores, un referente en el banquillo como Marcelino?

—Yo soy partidario de que el referente sea el entrenador, que sea el que marque la dinámica. Luego tienen que haber algunos jugadores que sepan transmitir al resto del grupo lo que se quiere, por si alguien tiene alguna duda. Tenemos que ir todos en la misma dirección.

—A los técnicos les ha llamado la atención lo que usted contagia, lo que aporta. Que piensen y digan eso de un futbolista es bueno, ¿no?

—La verdad es que al final yo siempre me he sentido un poco así, va con mi forma de ser. Soy cercano. Llegan los chavales del filial y me gusta que se sientan cómodos; llega alguien nuevo y me gusta arroparle. Es mi personalidad. Me gusta llevarme bien con todos y facilitar las cosas a los compañeros.

—¿Sentir el Valencia como usted lo siente desde niño es un plus para un futbolista? —El plus lo da el trabajo diario. Desde luego yo siento el

Emoción

“Siento el Valencia como parte de mi vida, es mi vida”

Presente “Mi confianza está intacta y claros mis objetivos”

Valencia como parte de mi vida. Es mi vida. —¿Qué le decía la gente este verano por la calle? Porque seguro que en Almenara le preguntarán qué ha pasado en los últimos dos años. —La gente lo ha pasado mal. La afición me preguntaba que qué nos pasaba, que cómo llevábamos dos años malos… Es un tópico, pero yo lo he vivido, cuando en el fútbol entras en una mala dinámica es difícil salir. Eso lo dice todo el mundo, pero es verdad, no salimos, ganamos un partido, dos, y luego dos derrotas que nos devolvían a la realidad de no estar bien. Todos hemos tenido parte de culpa. Hicimos las cosas mal, pero el pasado es pasado. Yo lo que veo ahora es más intensidad, sacrificio y ese es el camino. —¿Cuál es la clave para revertir los dos años vividos?

—La que he dicho. Ir todos en la misma dirección. Ser un equipo. Dentro y fuera. Sentir que lo somos, que el compañero sea alguien a quien sepas que debes proteger. Eso nos pide el entrenador. —En lo personal y también en lo profesional, ¿cómo está tras la llegada de Neto? —Mira, no es algo que dependa de mí. Al final, si el club considera que hay que fichar, pues bienvenido sea. Yo me preocupo en trabajar y tener una oportunidad de verdad, creo que estoy preparado para lo que haga falta. Trabajo para lo que necesite al míster. —¿Pero en algún momento le ha llegado a cansar la situación? Me refiero a la de que se fichen porteros. Hace dos años Mat Ryan, ahora Neto... —No. Porque es que siempre van a haber dos porteros. Esté uno u otro siempre me va a tocar pelear por jugar. He peleado contra Diego (Alves), Yoel, Guaita, Sivera, Mat (Ryan)… ahora con Neto. Pero siempre ha sido y así lo veo y entiendo competencia sana. Estoy preparado para defender el reto de la portería del Valencia. Yo quiero jugar y tener una oportunidad de verdad, pero eso se demuestra trabajando al máximo cada día. Desde el primero hasta el último de la temporada. —¿Jaume se ve como el portero titular del Valencia?

—Por supuesto. Yo tengo una confianza en mí máxima, intacta desde siempre. Siempre soñé con cumplir un sueño. Estoy en el club que desee estar siempre y puedo defender esta portería muchísimos años. —¿Le han dado últimamente algún consejo?

—La verdad es que no. Estoy tranquilo, de verdad. Sé que se ha hablado mucho de la portería. Pero mi confianza está intacta. Voy a pelear por mis objetivos, que los tengo muy claros. —¿Y son?

—Quiero ser el portero titular del Valencia

—¿Cómo es Neto en lo personal?

—Muy cercano. Sivera, él y yo nos llevamos bien. Nos complementamos bien y da gusto trabajar. Tiene que haber una rivalidad sana. —¿Le sorprende la situación de Diego Alves?

—Pues es un tema complicado. No sé la situación del club con él. Ni puedo ni quiero meterme. Respeto las dos posturas. —¿Cambia o cree que va a cambiar en algo con Marcelino el juego de los porteros? —De momento, no, la verdad. Pero llevamos solo una semana. Estamos trabajando bien físicamente e imagino que más adelante habrá unas pautas que seguir. Pero ahí aun no estamos. —¿En qué necesita Jaume mejorar?

—Yo quiero mejorar en todo. Y tengo la suerte de trabajar con gente de la que aprendes cada día, como Ochotorena, que para mí es un lujo poder aprender de él. Cada día voy con ese pensamiento a la Ciudad Deportiva. Puedo mejorar las cosas buenas y también las que se me dan peor. Yo vivo cada entrenamiento al límite. Quiero ser portero del Valencia muchos años.