“Fui con mi padre al estreno del Calderón y a su adiós”
José Manuel Maza (Madrid, 1951) es el Fiscal General del Estado y, como hincha del Atlético, pisará su tercera casa. Conoció el Metropolitano, asistió al primer partido del Calderón y no faltará al del nuevo estadio: “Será espectacular”.
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¿Cuál es el primer recuerdo que se le viene a la cabeza del Calderón?
—Bueno, yo me acuerdo del Metropolitano aún. Empecé a ir al fútbol con seis años y cuando se abrió el Calderón allí estaba con 14. Recuerdo un partido con el Zaragoza, que pasó un señor con un puro y me quemó la oreja. Me metieron en el vestuario, allí estaba el botiquín. Iba yo todo orgulloso con mi quemadura porque había estado con los jugadores. Ya en el Calderón hay muchas anécdotas. Una que se me viene, el día que Vieri marca ese golazo al PAOK desde el córner. Estaba con mi hijo, Vieri dio un patadón al balón y nos cayó. Mi chico lo cogió y me preguntó “¿me lo quedo?”, pero al salir los de seguridad nos lo pidieron. Se lo tengo guardado al Atleti (risas).
—Han sido, por lo que veo, muchísimos partidos en el estadio.
—Imagina cuántos goles, alegrías... Y casi la mayor fue en el Bernabéu, que he ido poco, pero me convenció mi hijo para ir a la última final de Copa y se la ganamos al Madrid. Yo no quería, sentía que era ir al matadero. De antes, tengo muchos recuerdos con mis padres. Mi padre tiene 95 años y hacía mucho que no iba, pero le conseguimos una entrada para el último partido del Calderón. Asistimos al primero y al de la despedida.
—¿Cómo recuerda el cambio del Metropolitano al Calderón?
—Por un lado, doloroso. El Metropolitano era nuestra casa e ir al Manzanares parecía como ahora ir al nuevo estadio, algo que te resulta ajeno. Por otro, se pasaba de un campo primitivo e irregular a uno moderno, todo con asientos. El sentimiento actual es similar: el cambio de lugar es a peor y el de instalaciones, a mejor. Y el cariño que se le tiene a la casa de uno... —Por lo que entiendo, es de familia muy atlética…
—Sí, todos. Mi padre era del Madrid, porque le llevaban al campo, y las malas lenguas dicen que mi madre, muy del Atleti, le cambió los colores. Desde entonces mi padre es un atlético furibundo, como mi hermano, yo y nuestros hijos.
—¿Cuál es la etapa que más ha disfrutado?
—Esta última, sin duda, aunque hay momentos de euforia en todas. Tengo también gratas imágenes en Segunda, aquellos partidos al mediodía contra equipos pequeños y el estadio lleno. Dice mucho de la afición.
—Y hablando de jugadores…
—De niño me encantaba Mendonça, era fino, alto, un fuera de serie… Luego ha habido muchos: Futre, Ufarte y últimamente hemos tenido delanteros fabulosos; en defensa recuerdo a Rivilla y Calleja; porteros como Marcel Domingo, Oblak es una fiera... Ahora me encanta Koke y ojo con Saúl, lo veo con condiciones para ser una figura mundial. —¿Conoce ya el Wanda Metropolitano?
—Va a quedar espectacular, a ver si está a tiempo. Yo ya tengo los abonos. Allí estaremos.
Traslado El cambio al Manzanares fue similar: íbamos a un campo mejor, pero dolía”