Nadal ganó a Ramos y en cinco horas tocaba Kyrgios
El número uno afrontaba dos partidos en un día
Dos jugadores del Real Club de Tenis Barcelona, la ciudad golpeada por el terrorismo, chocaron ayer en Cincinnati. Rafa Nadal y Albert Ramos se midieron en el Lindner Family Tennis Center para disputar unos octavos de final que la lluvia impidió comenzar el jueves. Y la victoria fue para el virtual número uno del mundo, que tras derrotar al de Mataró por 7-6 (1) y 6-2 en 1h:37 debía afrontar una segunda tarea, la de los cuartos de final, en una jornada de tremenda exigencia física.
Según el horario previsto, la pasada madrugada, y después de doblegar a Ramos, Nadal debía volver a pista unas cinco horas después para buscar frente a Nick Kyrgios una plaza en semifinales. El australiano tumbó también ayer a Ivo Karlovic por 4-6, 7-6 (6) y 6-3.
Nadal fue ese Nadal que también sabe ganar cuando no encuentra la chispa. El que sabe esperar hasta encontrar la oportunidad. Tras un primer set en el que no dispuso de muchas opciones al resto, también en parte por el buen tono del 24º de la ATP, tiró de galones y puso una velocidad más en el desempate, cediendo sólo un punto para llevarse el set. Se apoyó en el saque, uno de sus bastiones este año, acabando el partido con 78% de puntos ganados con primeros y 68% con segundos.
Sin perdón. Nadal, campeón en la ciudad de Ohio en 2013, fue capaz en el segundo parcial de levantar tres bolas de break en el cuarto juego y rompió en el siguiente. Perdonar a un ganador de 15 grandes, que lleva una racha de triunfos de 11-0 y 22-0 en sets frente a españoles, es arriesgarse a sufrir enseguida un KO. Y así sucedió. Después, tocaba recuperarse. Esperaba el talentoso Kyrgios, a quien dominaba 2-1 en el cara a cara.
También buscó anoche las semifinales David Ferrer contra Dominic Thiem. Ante Carreño, el de Jávea llegó a las 714 victorias profesionales, 12º ya de la historia superando al alemán Boris Becker.