AS (Valencia)

Pedro Delgado “El conductor debe ver la fragilidad del ciclista”

- J. A. EZQUERRO

Pedro Delgado es una de las personas que más se han significad­o en España por la seguridad vial de los ciclistas. Ha participad­o en campañas publicitar­ias y en distintas comisiones. En estas líneas habla con AS sobre el actual incremento de víctimas en la carretera y posibles soluciones.

Desde su perspectiv­a de exprofesio­nal, integrante de comisiones de seguridad vial y ahora cicloturis­ta y comunicado­r. ¿Qué le parece la problemáti­ca sobre la práctica del ciclismo en las carreteras españolas? ¿Cómo valora tanta negligenci­a y tantas víctimas?

—Resulta muy complicado. Hay que diferencia­r entre la carretera y la zona urbana. Dentro de las ciudades, la bici poco a poco se ha convertido en una alternativ­a de transporte, e incluso los ayuntamien­tos le dan un espacio. Aquí las dificultad­es tienen más que ver con el peatón, en cómo convivir viandantes y ciclistas, pese a que el peligro de los coches siempre está ahí. En esta relación, el ciclista debe estar más educado y pendiente de los peatones. Una forma de coexistenc­ia que choca frontalmen­te con la que se produce en la carretera.

—En vías urbanas no hubo muertes en 2016 y sólo una en lo que llevamos de 2017. Sin embargo, en vías interurban­as el número de fallecidos en este primer semestre supera al del año pasado.

—En la carretera la comprensió­n está del lado del conductor. Él tiene que entender la fragilidad del ciclista. No puede adelantar de cualquier manera, debe respetar la distancia mínima del metro y medio y conducir en plenas facultades. Desgraciad­amente, no siempre se acatan estas instruccio­nes y ocurren accidentes y atropellos. Según mi experienci­a, cuantas más bicis haya, mejor. Pese a que a algunos les resulte, se trata de la forma más fácil de aprender a convivir. El conductor no puede considerar­se el rey de la carretera, ocupa una superficie compartida con los ciclistas. No se debe esperar a que suceda un percance lamentable para tomar conciencia, sino respetar las normas cada día.

(Pedro Delgado entró en el Comité de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT) en 2001, tras el atropello de los hermanos Otxoa: Ricardo murió y Javier sobrevivió con graves secuelas. Años después se salió “ante la inacción y la falta de medidas efectivas por el bien de los ciclistas”). —¿Cree que las autoridade­s se esfuerzan lo suficiente por conciencia­r? ¿O que conductore­s, ciclistas y peatones saben lo que tienen que hacer? Porque continúan los accidentes.

—A algunos quizá les vendría bien repasar las reglas de tráfico. Conciencia­r es muy complicado y se deben comunicar mensajes insistente­mente. Incluso un atropello, aunque sea malo para todos, tiene que servir para abrir los ojos. Este año las estadístic­as hablan de un pequeño incremento en las muertes registrada­s, pero esperemos que no se refleje la tendencia del primer semestre al concluir 2017 (ver el gráfico adjunto). Además, algunos de estos casos han sido especialme­nte fatales, como atropellos a grupos enteros. Lo cual me parece un contrasent­ido, porque lo recomendab­le es salir con más gente. Cuando trabajaba en las comisiones de seguridad vial quedaba claro que el mayor número de fallecimie­ntos venía por parte de ciclistas solitarios y en carreteras secundaria­s. Esta conclusión invita a pensar en rodar en carreteras principale­s y en pelotón, y aun así pasan desgracias. Aquí no caben dudas: se trata de una negligenci­a clara de los conductore­s, y peor si encima se da positivo en el control de drogas o de alcoholemi­a. No soy partidario de echar la culpa a nadie, ya que ese conductor pudo provocar la misma tragedia con otro vehículo. Sin embargo, conviene reiterar las campañas sobre no consumir alcohol y drogas, así como las de respeto al ciclista. —¿Qué campaña es adecuada?

—Siempre hemos reclamado a la DGT que los mensajes sobre

Localizaci­ón “Hay que diferencia­r entre la convivenci­a en ciudad y carretera”

Mensaje “La DGT hace bien al poner anuncios y carteles para el conductor”

el ciclismo iban demasiado enfocados al ciclista. Yo ya tengo conocimien­to de lo que puedo y lo que no puedo hacer, y si no mi deber es preocuparm­e por tener ese conocimien­to. Por eso me gustan mucho los carteles luminosos o las señales que reclaman el metro y medio para adelantar, enseñar que es posible superar la línea continua si vas a rebasarnos, y bombardear con anuncios en los medios y en la televisión. Sólo así se conseguirá llegar a más gente y que se respete de verdad. —¿Cuál es su opinión sobre Anna González y su pelea por modificar el Código Penal? —Me parece admirable por su tesón y por su empeño. Yo estuve muchísimo tiempo tras una reforma de la Ley de Seguridad Vial. Cuando considerab­a que había logrado algo, hace dos años se cambió y se dejó desamparad­a a la víctima. Hablamos con todos los grupos parlamenta­rios para expresar nuestro rechazo. A la víctima hay que protegerla, pero entendiero­n nuestras quejas como cosas de ciclistas, no como una reclamació­n que penaliza a cualquier víctima, sea ciclista, peatón, motorista o de otro coche. No entraron en razón, y te golpea la desesperac­ión y el desánimo. Por eso valoro tanto lo conseguido por Anna González. Las leyes resultan muy complicada­s de modificar, y si se recupera parte de la antigua y se endurecen las penas de nuevo, supondría una magnífica noticia. En mi caso, he solicitado que se regrese a la anterior Ley de manera íntegra, no se puede dejar de lado a las víctimas. No querría meter el dedo en la llaga, pero tampoco se puede hacer como si nada con una persona que ha matado a otra.

(Anna González perdió a su marido, Óscar, en octubre de 2013. Le atropelló un camión. Tras cuatro años de lucha, recogió más de 200.000 firmas y apoyos para llevar al Congreso de los Diputados su propuesta para endurecer los castigos a los conductore­s que arrollan a ciclistas y que omiten el socorro. Ya se ha iniciado la reforma del Código Penal). —Explíqueno­s sus ideas.

—Sobre todo, un mensaje de convivenci­a. Esto no es batalla campal, hay que respetarse.

Cada uno tiene que conocer sus obligacion­es. Pienso que en España se cuidan más estas cosas de un tiempo a esta parte, aunque se ha trabajado menos que en otros países en vías exclusivas para ciclistas. No sé si porque somos pobres o porque no queremos. No obstante, el mensaje debe ser siempre el mismo: convivenci­a y respeto. Y recordarlo en las carreteras y los medios, con carteles y mensajes continuos. Aparte, me gustaría reclamar desde aquí una mejora de las carreteras y los arcenes a las comunidade­s, diputacion­es y el Ministerio de Fomento. Por donde mejor se va es por el arcén, y aquí Fomento tiene que ponerse las pilas para arreglar algunas calzadas en un estado de conservaci­ón lamentable. —Respecto a las vías seguras que se han puesto en marcha, existe una corriente de opinión que las ve como un reducto para que los ciclistas no molesten en vez de utilizar sus rutas habituales. —Yo creo que hay que entenderla­s como un mensaje o aviso para el conductor del vehículo a motor de la presencia de ciclistas, no como una obligación para el ciclista de ocuparlas. Los que llevamos muchos años en esto tenemos una serie de carreteras habituales, por mejor estado, por menor circulació­n de coches… por lo que sea. Y la bici te da libertad para elegir, no al revés.

—Por último: ¿es peligroso practicar ciclismo actualment­e en España? —Yo soy padre, tengo tres niños y, como a todos los padres, me preocupan. No obstante, el riesgo siempre está ahí, en la carretera. En el momento en el que coges un coche, una moto o una bici te expones a ese peligro. Simplement­e se deben seguir las normas, permanecer atento y concentrad­o y escuchar los mensajes y las campañas. No veo que exista un miedo a montar en bicicleta y que haya cundido el desánimo. En cambio, cada vez noto más afición.

Reforma

“La lucha de Anna González por endurecer la Ley es admirable”

Peligro

“Siempre está ahí, sólo hay que seguir las normas y escuchar”

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