AS (Valencia)

“Nos volvemos a reconocer como el gran equipo que fuimos” Cesc

- GUILLEM BALAGUÉ

Diego Costa “Dudo que haya un 9 con el que pueda llegar a disfrutar más que con él”

Selección “Ojalá algún día pueda volver a tener esa recompensa”

Atlético “Somos similares. Muy competitiv­os. Será un partido equilibrad­o y duro”

El centrocamp­ista del Chelsea analiza para AS el duelo de Champions con el Atlético, la actualidad de su equipo en este inicio y reflexiona sobre su carrera.

¿Qué es para usted un día perfecto?

—El otro día lo fue: jugamos pero no pasamos la noche en el hotel. Me desperté en casa el miércoles por la mañana, llevé a mi hija al cole, fui a casa a desayunar con mi mujer y mi hijo pequeño, fui a buscar a mi hija a las 12 al cole y luego me fui a comer al hotel. Preparamos el partido, jugamos, volví a casa y cené con la familia.

—¿Qué queda de aquel Cesc de la coleta con 16 años que hacía poco había llegado a Londres y tenía tantas ganas de triunfar?

—Muchas cosas. Obviamente todos cambiamos, mejoramos y aprendemos, tenemos más experienci­a, pero sigo con la misma ilusión, pasión y ganas de seguir compitiend­o.

—Al empezar le dolían las críticas. ¿Cómo se relaciona ahora con lo que piensa la gente de usted?

—Creo que encontré la felicidad cuando dejé de leer lo que decía la gente. Cuando eres joven, eres la novedad, se habla de ti, te fijas, te preocupa, incluso te inquieta. Y cuando van pasando los años te das cuenta de que puedes pasar de ser el peor al mejor del mundo en un partido. Lo único que vale es el día a día, el trabajo, la dedicación.

—¿No le da la sensación de que en casa no se le aprecia tanto como en Inglaterra?

—Realmente no me importa demasiado. Obviamente, a todos nos gusta que nos valoren, pero hay que seguir trabajando y al final ya pondrán mi nombre donde toque.

—¿A quién quiere impresiona­r? Siempre hay alguien: el padre, la madre, la mujer...

—Depende del momento en el que estés en tu vida. Hoy a quien quiero impresiona­r es a mi entrenador y a mis compañeros, que confíen en mí, eso es lo que más me importa. El resto, muy poco, cada vez menos.

—¿Diría que en el último año ha aprendido más sobre sí mismo que nunca antes?

—Por suerte para mi carrera, desde que comencé con 16 años, ha habido muchas más cosas positivas que negativas, pero soy fuerte. En todos los equipos en los que he estado, he sido un jugador importante. Pero pasé de ser titular en una Eurocopa y pieza fundamenta­l con Mourinho y Hiddink en el Chelsea, a directamen­te no participar con el nuevo entrenador. Eso, obviamente, te toca la moral, el corazón, el orgullo. Hay dos caminos: pensar “es un buen momento para cambiar de aires” o “no, yo sé que soy el mejor, tengo talento y fuerza para jugar en este equipo, y lo voy a demostrar”. Me decidí por el segundo, sabía que sería difícil. Tuve una pequeña lesión y el equipo estaba jugando muy bien, empecé a entrar al séptimo partido de 13 victorias. Hubo días de muchísima frustració­n, en los que llegas a casa y te cuesta hasta estar con la familia. Trabajé como nunca. Me he perdido uno de los últimos 40 por sanción. Pero ciertament­e todo esto cambió un poco mi carrera, y te diría incluso que mi vida, porque hay momentos en los que trabajas mucho pero no sabes muy bien si realmente la cosa irá bien.

—¿Qué cambió para convencer a Antonio Conte?

—No mucho, juego como me pide. Puede que sea el entrenador que más variacione­s tácticas te da, el entreno es fundamenta­l. Si no curras al 200 por 100, no juegas. Todos nos tuvimos que adaptar a un nuevo fútbol y nos ha ido muy bien. Cuando no jugaba tenía que entrenar siempre con los jóvenes. Y cuando empecé a estar bien me los comía a todos. Ellos tenían 16 ó 17 años pero me daba igual, yo me los comía. El día que no tenga hambre, habrá que pensar en otra cosa. Pero estoy muy lejos de eso.

—Después de miles de entrenamie­ntos, ¿qué dice: ‘uf, ¡cómo hemos trabajado!’ o ‘guau, ¡qué bien me lo he pasado!’?

—Cómo hemos trabajado. La verdad es que nunca había entrenado tan fuerte en mi vida como he entrenado el último año. Físicament­e me encuentro muy bien. Este año no empezamos a tope por temas de lesiones, los fichajes tardaron... eso hizo la pretempora­da más dura pero empezamos a ver el premio. Ya volvemos a reconocern­os como el gran equipo que fuimos el año pasado, el equipo está creciendo.

Morata “Es más de área, ataca muy bien el primer palo”

Marcos Alonso “Ojalá siga jugando así de bien y Lopetegui lo llame”

Conte “Es el técnico que más variacione­s tácticas te da”

—¿Qué diferencia­s encuentra ente Morata y Costa? —Diego es el delantero que mejor ha entendido y mejor ha sabido leer mi fútbol. Y cuando digo delantero, no considero a Messi delantero, por ejemplo. Con Leo yo tenía una conexión brutal. Si hablamos de 9 puro, dudo que haya un 9 con el que pueda llegar a disfrutar más que con Diego. Él tenía aquella picada brutal en el espacio, era un jugador que luchaba cada balón hasta el final. Álvaro es más jugador de área. Ataca muy bien el primer palo y tiene un gran instinto goleador. Es un lujo jugar con él. —A Costa se le puso en la cabeza volver a Madrid y lo consiguió —No sé si hace tiempo que quería irse o no, eso solamente lo sabe él. Lo único que puedo decir es que desde que llegó aquí, siempre lo ha dado todo. Pero todo y más. Ha habido algunos momentos que puede que lo haya pasado mal, que no lo hayan tratado bien algunos medios ingleses, pero ha sido fuerte y ha seguido trabajando, se sentía siempre súper estimulado por la afición del Chelsea. Eso lo llevará siempre dentro y así me lo ha dicho: “He estado encantado estos tres años aquí”. Lo que pasa es que al final cada uno en la vida escoge su camino y ahora él prefería regresar a Madrid, donde fue muy feliz y ha regresado a escribir historia en el Atlético. —¿Le extraña que Marcos Alonso no haya sido convocado por la Selección? —No creo que Lopetegui no cuente con él, en España hay grandes laterales. Marcos está haciendo una gran labor aquí, tanto al principio cuando empezó de lateral típico como después, cuando adoptó el lugar de carrilero. Ojalá que siga jugando así de bien y Julen lo llame. —Por cierto, usted ha salido de las convocator­ias también. —No ayudó que no jugara demasiado al principio de la temporada pasada, pero ahora me he reencontra­do, estoy bien. La Selección está jugando a un gran nivel, pero nunca se pierden las esperanzas, ni la ilusión ni la fuerza para poder regresar. Ojalá algún día pueda volver a tener la recompensa de vestir la camiseta de la Selección. —¿Si no hubiera sido futbolista, qué hubiera sido? ¿Pinta?, ¿dibuja?, ¿escribe? —No, no, no, qué va, no tengo tiempo de eso. Cuando eres joven juegas o pasas el rato con los amiguitos. Pero desde que tengo 25 años, ya con niños, la cosa cambia. Hoteles y viajes, jugar cada tres días… Llevo casi 800 partidos, creo. No paramos. Prefiero disfrutarl­o a tope y cuando llegue el día en que no pueda más ya valoraré qué más hay por ahí a descubrir. —Está montando un negocio con Piqué...

—Estamos metidos en algo, ya lo anunciarem­os. Son proyectos en los que estamos ilusionado­s. —El Atlético y el Chelsea son como primos hermanos en su estilo. —Somos similares. Somos muy competitiv­os, será un partido muy equilibrad­o de dos potencias importante­s. Duro.

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