El Chelsea profanó el Wanda

El nuevo Metropolitano vivió la primera de las muchas noches europeas que acogerá en la historia gloriosa que le queda por escribir al Atlético de Madrid. La acústica del nuevo coliseo colchonero crea por sí sola un ambiente de final en cada partido que se juega en la nueva casa de los atléticos. En los últimos años las noches en el Calderón eran pura magia por la intensidad de los hinchas y del juego del equipo del Cholo. El Chelsea no disputó la pasada edición de la Champions pero se presentó en el estadio más moderno de Europa con la jerarquía que da haber ganado la orejona. Y con un Kanté imperial, un Cesc versátil, un Marcos impecable, un Hazard galáctico y un Morata que no para de crecer.

El Chelsea merecía ir ganando en el primer tiempo, pero no la metió y fue Griezmann el que marcó de un pueril penalti de Daviz Luiz sobre Lucas Hernández, que se ha instalado de titular en medio de las rotaciones cholistas. El Atlético volvió al segundo tiempo por delante en el marcador y se echó demasiado atrás como hace demasiado habitualmente. Y en esas llegó el empate de Morata. Simeone tardó en sacar a Torres y Gaitán para atacar un poco más. Según se desarrolló el partido se podía considerar como bueno el empate para el Atleti, que minimizaba daños. Pero en el último suspiro, Batshuayi profanó el nuevo Metropolitano y resucitó fantasmas del Calderón.