Calleja debuta en Tel Aviv sin que le tiemble el pulso
No cita a Semedo (fichaje), frena a Cheryshev y tira del B
Javier Calleja se estrena en Tel Aviv con una buena papeleta por delante. Por un lado, el Maccabi de Jordi Cruyff, que comenzó a competir el 29 de junio, se la juega tras perder ante el Slavia. Y por otro, la alternativa le llega al técnico ante el momento más exigente de Roig: busca la excelencia. Que se lo digan a Escribá. Hoy, más que un examen, da comienzo una evaluación continua. El madrileño quiere ser el nuevo Garrido.
Pese a la responsabilidad, a Calleja no le ha temblado el pulso. Ya sabe lo que hay después de haber militado siete temporadas en el club como jugador (115 partidos y ocho goles) y otras tres como preparador (dos Ligas de División de Honor y una Copa de Campeones). De ahí que haya arrancado con personalidad: ha dejado en casa a Cheryshev para que su regreso sea progresivo, ha dejado fuera a Semedo (fichaje), y ha metido a dos canteranos más: Fuoli, portero, y Guerra, mediocentro.
La incógnita es cómo jugará. Quienes conocen a Calleja alaban su gusto, el nervio que imprime y su variedad táctica. Para su puesta de largo no se esperan revoluciones. El Maccabi no es de fiar. El equipo israelí (98º ranking UEFA) llegó a dieciseisavos en la 13-14, disputó la Champions 15-16 y se ha reforzado con tres ex de LaLiga: Babin, Filipenko y Atzili. Es un equipo hambriento pese a tener ya 21 Ligas y 23 Copas. Que a veces apueste por un 4-3-3 dice todo de su descaro.
Maccabi peligroso Jordi Cruyff juega al ataque y explota bien la estrategia