El RS4 Avant es tan familiar... como deportivo
Audi ya tiene a la venta la cuarta generación del RS4 Avant. Exhibe toda la versatilidad que le otorga la carrocería ranchera pero con los añadidos RS que elevan su conducción y comportamiento dinámico a un nivel superior, uniendo lo mejor de dos mundos.
Su estética transmite presencia y agresividad desde el primer vistazo. El interior no se queda atrás, gracias a la tapicería blanca (con entramado de panel de abeja de manera opcional) es muy luminoso y combina con el negro predominante en el habitáculo, además de con las inserciones de aluminio presentes en salpicadero (que pueden ser de carbono), puertas y columna central. El volante está achatado en su base y forrado en cuero, de la misma manera que la palanca de cambios, y tras él se encuentra el cuadro de instrumentos 100% digital.
Pero lo realmente importante es su puesta a punto mecánica. Empezando por el motor, que deja a un lado su condición de atmosférico y se pasa al doble turbo: un bloque 2.9 TFSI V6 de 450 CV de potencia y 600 Nm de par, asociado a un cambio automático Tiptronic de ocho velocidades y a la tracción integral Quattro.
Todo ello sumado a una ligera pérdida de peso (80 kilos menos que su predecesor), sirve para que haga el 0-100 en 4,1 segundos.
Disfrutar de un coche de altas prestaciones no está reñido con la polivalencia de un generoso habitáculo