El ídolo De Biasi vuelve a Orriols al frente del Alavés

El italiano comanda al colista ante un Levante herido

Quién le iba a decir a Giovanni de Biasi que su primer partido en Primera División volvería a ser en el ciutat de València. Ese estadio que le idolatró hace ahora una década. Una afición que le manteó y le sacó en hombros a pesar de verse abocados a un descenso que era tan irrebocable como anunciado desde que empezara una temporada ya viciada de por sí. Y salió por la puerta grande aunque fuera a falta de varias jornadas para el final dejando al equipo empantanado en su pelea cada más insulsa y dejando el famoso ‘cuadro’ del descenso para que le pusiera la firma José Ángel Moreno. Pero él no lo había pintado.

Pues aún con todo eso, el Ciutat le recibirá hoy con ovación cerrada. Seguro. Por su carisma. Por su entusiasmo. Lo intentó. Y hubo un amago de resurrección. Porque el italiano caló hondo en el corazoncito de un levantinismo que se moría en cada bocanada de aire que dejaba de respirar cada jornada. Su afrenta ya fue complicada casi imposible desde que en la jornada ocho cogió un equipo, el de Abel, colista con cero puntos. Hoy ha hecho lo mismo pero dos jornadas antes. Veremos si le llega para obrar un milagro que no pudo obrar en Orriols.

Para empezar baño de masas. Quizá en el peor escenario posible. Con un Levante tocado en su orgullo y herido en el alma. La nefasta segunda parte del Villamarín aún colea. Más en la grada, donde escuece, que en el vestuario donde no hay tiempo para lamentaciones. Hoy hay batalla. Y Muñiz ya tiene bastantes soldados en la enfermería como para que Ivi se le pueda quedar hoy también sin salir del cuartel. Pero mientras el ‘Comandante’ Morales esté de guardia parece más fácil salir a pecho descubierto a batirse con quien sea. O da más confiana al menos. El que debe dar un paso el frente es Alex Alegría. El equipo necesita que empiece a hacer ya víctimas. O al menos prisioneros. Sin gol no hay paraiso. Y que se lo digan al Alavés que solo lleva uno. Problemas serios.

Puerta grande Gianni salió a hombros del Levante a pesar del descenso