El ‘efecto De Biasi’ tumba a un Levante en depresión
Los goles de Munir y Medrán dan el primer triunfo al colista
Antiguamente se decía mucho más lo de “entrenador nuevo, victoria segura”. Habría que tirar de historia para ver el porcentaje de acierto al tirar de tópico. Pero esta vez se cumplió y De Biasi se estrenó a lo grande. El Alavés logró su primera victoria ante un Levante plano, lento, con cansancio en las piernas y en la cabeza. Mini crisis en Orriols, sobre todo, porque las buenas sensaciones de las primeras jornadas se están quedando en espejismo.
A los granotas aún le duraba la caraja de la horrenda segunda parte del Villamarín. La prueba es que no tiraron a portería en todo el partido. El Alavés empezó cauto pero vio que tampoco hacían falta demasiadas florituras para sacar los colores a los azulgranas. Se fue estirando y Munir tuvo la más clara a eso del minuto 20’. Remató una falta lateral sacada por Ibai y se encontró con un paradón de Raúl a bocajarro. Dos minutos después la volvió a tener tras un centro de Pedraza, pero su remate lo escupió el larguero.
El Alavés se había hecho dueño del balón y del partido. El Levante estaba grogui. Y a la tercera no falló. Pedraza se volvió a comer a Pedro López por la banda y su pase de la muerte lo empujó el hispano-marroquí a la red. Era el 33’ y nada cambió hasta el descanso.
Muñiz buscó soluciones. Acumuló mucha gente arriba pero la aportación de Alegría, Boateng y Nano Mesa empieza a ser preocupantemente nula. El Alavés no sufrió en ningún momento y terminó senteciando. Primero la tuvo Pedraza, que falló solo ante Raúl. Pero el que no perdonó fue Medrán, que remató dentro del área ante la pasividad defensiva. Un 0-2 que desató la alegría en el banquillo del colista, donde ya se nota el efecto De Biasi, y la pitada de Orriols a un equipo que está entrando en depresión.