Bakambu agujerea al Eibar y abandera la resurrección
Su hat-trick refuerza a Calleja y deprime a Mendilibar
El Villarreal ya muestra gestos que señalan una nueva era con Calleja. Más que tener otra cara evidenció un espectacular cambio de mentalidad. Si hace siete días arrastró su palidez en el Coliseum, esta vez ante el Eibar su amarillo brilló con luz propia. Tres goles de Bakambu finiquitaron un partido en el que el campo siempre pareció inclinado hacia la portería de Dmitrovic, un portero más que digno que ha recibido 13 goles en los últimos tres partidos.
Calleja es el gran culpable de este partido. Con permiso de Bakambu. Lo del delantero ya no es nuevo. El técnico ha logrado volver a unir la tensión, la agresividad y la velocidad a la solidez defensiva perdida. Barbosa, compañero suyo en el Villarreal 2005-06, le estará agradecido. El rombo en medio campo también dio un mayor juego entra líneas, acabando con el estático sistema del futbolín. Además, los laterales se proyectan con la alegría de antes y los delanteros pudieron dedicarse a buscar el espacio. El 1-0 fue un ejemplo. Trigueros se asomó a la espalda de los centrocampistas para meter un preciso balón en profundidad a Bakambu entre los centrales. El delantero aprovechó el regalo gracias a su endiablada zancada y a una vaselina magistral.
Mendilibar no supo por dónde achicar agua con un once descosido. Si en el primer tramo Mario, Álvaro y Rodrigo (larguero) pudieron marcar, en la segunda parte varios candidatos más se pudieron sumar a la goleada. Entre ellos Fornals, una tímida perla que por fin ha explotado. El Eibar había decidido antes subir la presión a la desesperada, con el peligro que ello entraña. Lo pagó. En el 2-0 esa línea adelantada saltó por los aires. La sentencia llegó de penalti. Tras un pase de Fornals emulando a Martín Vázquez y al desmarque de Castillejo, Bakambu redondeó su gran noche. Arrebató el lanzamiento a Bacca sin los líos que hay en París. Su partido merecía el premio del balón. En el Villarreal, gracias a él, todo el mundo vuelve a sonreír.
Mejoría Trigueros volvió a lucir, Sansone fue clave y Fornals por fin explotó