GemaHassen-Bey,enlabasedelTeide
■ En el acceso de Montaña
Blanca que conduce al pico más alto de España el sol no concede ni un respiro. Al fondo lucen los imponentes 3.718 metros del Teide, y bien abajo, como una pequeña hormiga que apenas se toma descansos, brilla
Gema Hassen-Bey, que marcha sobre ruedas sobre su handbike a por su último desafío. Ninguno tan imponente como este. Por la apabullante dimensión del volcán y la exigencia técnica del reto.
Han sido dos jornadas agotadoras, pero Hassen- Bey se muestra satisfecha con su rendimiento y el apoyo de todo su equipo: “Estamos contentos, hemos tenido dos días muy buenos. Doy las gracias a todo el equipo y a los patrocinadores, porque sin ellos no lo hubiésemos conseguido”, cuenta emocionada.
Para el recuerdo de esta primera etapa quedarán los ánimos de los senderistas y un descanso muy especial donde repone energías. Resguardada en su tienda azul del viento y el frío, disfruta de un momento mágico: “Esta es mi suite con vistas. Veo el horizonte, el azul del cielo, este mar de nubes increíble... Es casi una experiencia religiosa”.
Hoy comienza la segunda fase del ascenso: “Ahora vienen seis días de rampas laterales, escalones de 20 centímetros... A por todas”.