El liderato pasa por el fortín
El equipo kazajo, a un punto del Villarreal, encadena 17 partid
Primero lo urgente y después lo importante: el Villarreal se clasificará hoy a falta de un partido si vence (sería líder), aunque un empate sería suficiente si el Slavia no gana a domicilio contra el Maccabi. Hechas las cuentas, y pese a la ventaja de un punto en la tabla con su rival, hay que decir que lo que tiene enfrente el Submarino es un verdadero reto para no cruzarse en dieciseisavos ante un coco (recuerden el Roma). El Astana encadena 17 partidos invicto como local en Europa (nueve victorias y ocho empates). Su última derrota fue ante el Villarreal en la 2014-15 (0-3). Con estos números, lo de que arrasa en su liga (tres alirones seguidos) ya es lo de menos.
Calleja lucha a estas horas porque las circunstancias que rodean al partido no mermen el potencial de su equipo. El viaje fue largo (5.500 kilómetros), la temperatura será imponente fuera del estadio (-7º), aunque será perfecta para jugar gracias al techo retráctil (entre 7º y 10º), mientras que el césped (artificial) se antoja tan incómodo como ponerse por primera vez tacones o tirantes. Además, el técnico sabe que con la visita del Sevilla a la vuelta de la esquina no queda otra que rotar. Por eso, descansarán los laterales, el todoterreno Rodrigo y hasta uno de los delanteros que son referencia (Bacca y Bakambu). Hay confianza ciega en el banquillo.
Será una buena ocasión para volver a medir a Adrián Marín, algo desdibujado el día de Ponferrada, y a Ramiro Guerra, un mediocentro al que le sobra tanto talento como en este arranque timidez. El rendimiento de Rukavina o Sansone está fuera de toda duda. Como sucede con Bonera, cada vez que salen suman, siempre muerden y nunca demuestran que son suplentes habituales.
Rival duro. El Astana, con sólo ocho años de vida tras la fusión del Alma-Ata y el Megasport y con su liga ya acabada, pondrá toda la carne en el asador. Pasará de ronda por primera vez si gana y si el Slavia no lo logra. Stoilov mutará su 4-5-1 fuera de casa en un habitual 4-2-3-1. Twumasi (una bala) y Kabananga (una torre) son los dos referentes de este equipo según los estudios de Calleja. Y si él lo dice, crean. El Villarreal ha pasado bajo su mando de dudar a soñar.
Cuentas El Villarreal pasa si gana pero podría hacerlo con un empate o una derrota