Ortí, adiós al presidente del mejor Valencia
Falleció ayer, a los 70 años, tras padecer una grave enfermedad
Jaume Ortí falleció ayer, a los 70 años. Ortí fue el presidente del pueblo y, por encima del cargo, una buena persona. Suyos, como presidente, fueron los mejores años de la historia del Valencia. Lo fue desde junio de 2001 hasta octubre de 2004, tiempo en el que el club de Mestalla ganó dos Ligas, una Copa de la Uefa y una Supercopa de Europa.
Ortí fue un hombre de fútbol y un derrochador de empatía. Antes de ser presidente del Valencia lo fue también del Aldaia, donde nació en 1947. Allí también jugó, porque antes de fraile fue monje. Accedió a la presidencia tras la dimisión de Pedro Cortés y una de sus primeras decisiones fue aprobar el fichaje de Rafa Benítez, por el que apostó Javier Subirats.
Ortí fue presidente de un Valencia campeón y también de un club cercano. Siempre con un “ye, bonico” en la boca, de ahí lo de ‘Bonico Ortí’, y con la sana costumbre de saber reirse de sí mismo. Un error léxico en una entrevista en Ràdio 9 lo convirtió en su santo y seña: “Muchas noches”.
Aún así hubo días en los que lo pasó mal. El peor de todos, la noche en la que los silbidos de Mestalla le impidieron hablar en la presentación del equipo. Fue en agosto de 2003, el verano del “yo pedí una lámpara y me trajeron un sofá” de Benítez. La temporada, sin embargo, acabó con el Doblete.
Ortí deja imágenes imborrables en la memoria colectiva del valencianismo. Como la de Zaragoza, cuando tras una victoria que acercaba al Valencia al título de Liga 31 años después, se puso una peluca naranja, haciendo de ese objeto carnavalesco un icono de las celebraciones; o cuando apareció por el túnel de vestuarios de La Rosaleda de Málaga con el ‘Palmito de Aldaia’ para celebrar esa Liga ganada al Real Madrid de los “Galácticos”.
Fue presidente con solo 179 acciones. Manuel Llorente se encargaba de las ‘cosas’ de la Sociedad Anónima, Ortí aportaba su sapiencia en las del Club de Fútbol. Suya, eso sí, fue la firma y parte de la gestión que llevó a un acuerdo a tres bandas (Ayuntamiento, Generalitat y Valencia CF) para construir un nuevo estadio, un protocolo que hizo trizas Juan Soler.
Fue precisamente Juan Soler, por los ‘celos’ que provocó en su familia ver a Ortí sentado junto al Príncipe de Mónaco en el palco durante la Supercopa de Europa, quien le apartó en Bremen de la presidencia. El día, cosas del destino, de la lesión de Vicente, el fichaje estrella de Ortí.
Títulos al margen, Ortí le dio al Valencia un familiaridad que tras él fue perdiendo. Pocas peñas pueden decir que no les recibieron algún día en su sede. Las recorría de lunes a domingo. Mientras que para los futbolistas de una de las generaciones más gloriosas de la historia del club, Jaume Ortí siempre será su “presidente”.
Ortí, al que en varias ocasiones pensó recuperar para la causa Layhoon Chan como escudo social, aunque precisamente la popularidad y cercanía con el entorno del ex presidente acabó por frenar su regreso por el recelo a las filtraciones que envuelve la gestión asiática del Valencia, fue diagnosticado de cáncer de pulmón hace pocos meses. Su vida se fue apagando y su muerte deja muy triste al valencianismo. Siempre en el recuerdo. Hasta siempre, bonico.
Títulos Ganó dos Ligas, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa
En el cargo Estuvo desde de junio de 2001 hasta octubre de 2004