La ley de Brasil protege a Robinho: no irá a prisión
No permite que sus ciudadanos sean extraditados
EI caso Robinho, condenado en Italia a nueve años de prisión por una presunta agresión sexual de grupo (un total de seis personas) a una chica albanesa en 2013, ha causado mucho revuelo tanto en el Bel Paese como en Brasil. El delantero, de momento, se ha defendido en las redes sociales con un comunicado realizado por su abogada, Marisa Alija, negando haber tenido “cualquier tipo de participación” en los hechos.
El futbolista se ha mostrado sonriente y tranquilo durante el entrenamiento del jueves, día en que salió la noticia de su condena, y participó con el resto del grupo en la sesión de trabajo del Atlético Mineiro dirigida por el técnico Oswaldo de Oliveira. De todas formas, en este momento el exmadridista no corre riesgo de acabar en la cárcel, de ahí su tranquilidad: la sentencia no es definitiva y que al ser dictada por un tribunal italiano, no se ejecuta automáticamente en Brasil.
El abogado Dorival Guimaraes, en una entrevista al medio local Globoesporte, ha explicado los posibles escenarios para el futbolista a partir de este momento: Italia podría pedir la extradición a un país en donde se encuentre momentáneamente Robinho, pero no podría hacerlo a Brasil, ya que la constitución brasileña impide la extradición de ciudadanos nacidos en su territorio.
En caso de una sentencia definitiva, según Guimaraes, la condena tampoco se trasladaría directamente a Brasil. El código penal brasileño prevé el cumplimento de la condena para un delito cometido en el extranjero solo en situaciones excepcionales que, al parecer, no incluyen las agresiones sexuales.
Lo que sí el jugador podría estar obligado a cumplir es el pago de una indemnización por daños morales que reconozca el tribunal italiano. Resumiendo: el caso no ha hecho más que empezar (en Italia la defensa del jugador tendrá derecho a recurrir a la Corte d’Appello y también a la Corte de Cassazione: los juicios suelen ser muy largos) y, de momento, Robinho puede continuar normalmente su vida, disfrutando de una libertad, mientras no salga del territorio brasileño.
Excepción Italia podría pedir su extradición si sale de viaje a otro país