Morales acude al rescate y firma otra ronda granota
El Girona se puso 0-1 y asustó con forzar la prórroga
La Copa sigue. Y el Levante, también. Bueno o malo, ‘qui lo sá’. Los granotas hicieron valer el 0-2 que se llevaron de Montilivi y estarán en el bombo de octavos. El Girona no. Pero casi mejor para ellos que se quitan una preocupación de encima.
Y eso que los de Machín estuvieron cerca de forzar la prórroga. Llegaron bien por banda en los primeros minutos y en uno de los centros de Marlos, Mojica apareció en el segundo palo para adelantarse a Samu García y poner el 0-1. El partido se ponía entretenido. Emocionante al menos. El Levante era un espectro sobre el campo. Y el Girona sin hacer mucho más se había metido en la eliminatoria de lleno.
La realidad era que el Girona tenía el partido donde quería. Para en cualquier momento dar el susto. Y si no, pues ya hemos hecho bastante. Marlos se gustaba y cuando conectaba con el balón era sinónimo de peligro. Los ‘uys’ llegaban en el otro área. Morales lo revolucionó con su entrada al campo. Samu pidió un penalti y Boateng fallaba. Las tuvo de todos los colores pero siempre elegía la peor opción.
Se descontaban los minutos y no pasaba nada. Pero sí pasaba. Porque el Girona seguía a un gol de la prórroga. Y la tuvo Bambo en un centro al segundo palo que no acertó a rematar. Los de Machín se fueron viniendo un poco más arriba cada vez. Hasta que apareció el Comandante, una vez más, al rescate y a falta de un cuarto de hora sentenció la eliminatoria aprovechando una pugna entre Boateng y Bambo en la que se plantó en el área y definió sin titubear.
Con el 1-1 se acabó la historia. El Girona bajó los brazos y el Levante lo pudo aprovechar para ganar el partido pero Boateng no tenía el día. Marró otra clara ocasión en la que se lió a dar vueltas sobre sí mismo dentro del área cuando estaba solo. Y aún otra que no acertó a rematar de primeras a centro de Samu. Pero no había tiempo para más. Ni ganas tampoco. Y al final el empate deja al Levante en octavos y al Girona… con un problema menos.
Sin premio Mojica adelantó a los de Machín pero no fue suficiente