Jon Rahm “Sigo siendo de pueblo, aunque viva en Arizona”

Jon Rahm (Barrika, 1994) ha cerrado una temporada increíble. Ahora desconectará en su tierra hasta enero y desaparecerá del foco mediático. Número cuatro del mundo y con tres torneos a sus espaldas en su primera campaña profesional, sigue siendo ambicioso y a la vez humilde.

➥ Lleva una rueda de prensa y casi tres horas de entrevistas... peajes de la fama.

—No sufro. No pasa nada...

—Andan por aquí su padre y su madre (ésta, presente en la entrevista). ¿Ver el orgullo en sus ojos importa más que un torneo de golf?

—¡Por supuesto! Eso importa más que cualquier cosa que ganes, son tus padres...

—¿Con qué detalle se queda de esta carrera fulgurante? —Con que aita (el padre) estuviera en la primera gran victoria mía, aunque ama (la madre) no haya podido verme ganar. A ver si está en la siguiente (risas).

—Ha sido un año increíble, culminado con el cuarto puesto mundial.

—Lo de ser número cuatro del mundo es irrelevante, da gusto volver a casa, conectar otra vez con mis raíces, con mis valores.

—¿Quién ha sido la persona qué más le ha ayudado en este trayecto?

—¿Una sola? Seguramente en el ámbito deportivo tiene que ser mi caddie Adam (Hayes). Este es su decimoctavo año en el tour y son muchos de experiencia.

—¿Cómo resumir un año en pocas palabras?

—He cumplido mucho más de lo que había previsto. El mejor año de mi vida y se hace complicado superarlo el que viene. Lo que menos me ha gustado es el rendimiento en los grandes.

—Hay enorme expectación aquí con todo lo que hace.

—Esto es todo un orgullo para mí. Cuando estoy allí no soy muy consciente de lo que pasa aquí. Ahora que sé lo que es ganar, quiero disfrutar del proceso de la victoria.

—¿Se ve número uno?

—Está mucho más cerca que hace diez años, es un reto. Hay grandes jugadores de este deporte como Phil Mickelson y Sergio que nunca han llegado.

—De chaval se envalentonó con que quería 19 majors.

—Es un sueño, como ser portero del Athletic de Bilbao. Espero seguir dejando mi huella en este deporte.

—Tiger jugó nueve grandes antes de apuntarse el primero.

—Y Phil (Mickelson) 32 y Sergio llevaba más de 70. Como Tiger no habrá nunca nadie.

—Ha sido un gran año en España, con nueve títulos.

—No olvide las chicas. Grandísimo año, para hacer historia.

—No parece que se le suba todo esto a la cabeza.

—Para nada. Sigo siendo de pueblo, de Barrika, aunque viva en Arizona y trabaje en EE UU. He llegado hasta aquí siendo quien soy. No hay que dejar que las críticas te hundan o los halagos te suban mucho, no debes creerte más de lo que eres.

—¿Qué declaración le ha llenado más?

—Le hicieron una entrevista a Phil Mickelson y soltó: “Ya os dije que es material de top 10 del mundo”. Eso lo dijo antes de que me hiciera profesional.

—¿Qué calendario va a seguir?

—Voy a empezar jugando en Palm Springs y son cuatro torneos seguidos en enero. Luego, Hawai. A partir de ahí, todo muy parecido.

—La Ryder es el gran sueño.

—Sería muy bonito lograrla el año próximo. Intento no pensarlo mucho porque me entra el ansia. ¡Encima la de París! —¿Ve opciones de ganarla?

—Los americanos lo pasan mal, hace mucho que no ganan en suelo europeo y lucharé para que siga siendo así.

—¿Qué cambios hará en 2018?

—Tim Mickelson es mi mánager y el caddie de Phil (ya no seguirán juntos). Yo no iba a estar cómodo si un domingo jugándonos un torneo, Tim estuviera con otro. Quieras o no algo iría en contra mía. Es su hermano y seguirá con él. Me ha ayudado mucho pero hay gente que estará a mi lado, como Steve Loy y Jeff Kosky.

—Que hablen del nuevo Seve ¿abruma?

—No, es un motivo de alegría, cuando gente cercana te compara con un ídolo eso es que ve una capacidad de hacer algo grande. Si lo creen, yo también.

Expectativas “Cuando gente cercana te compara con un ídolo como Seve da alegría”