Rober: dedicatoria a su abuelo y el mensaje de Bernat
“Soñaba con volver a jugar”
Uno de los primeros mensajes que recibió, o que leyó mejor dicho, Rober Ibáñez (Valencia, 1993) tras el partido contra el Real Zaragoza era de Juan Bernat. El futbolista del Bayern le felicitaba en un grupo que comparten con otros amigos por su regreso a los terrenos de juego y por su gol, el primero con la camiseta del Valencia. Róber cumplía un sueño que tenía desde los 6 años, cuando empezó a jugar en Paterna, ese sueño no era otro que anotar y celebrar un gol en Mestalla con la camiseta blanquinegra, un gol que dedicó a su abuelo.
El pasado 21 de noviembre se cumplía un año del último partido que jugó Róber. Fue con el
Leganés ante
Osasuna, en la primera victoria de la historia del club pepinero en
Primera División. Ese día Róber anotaba dos goles y también se lesionaba de gravedad en su rodilla. Un año y unos días después todo quedaba olvidado. Contra el Zaragoza. En Mestalla. Y con gol.
“Fue algo increíble”, apunta el canterano ché. “Había quedado con Jaume que si marcaba un gol lo celebraría con él, pero se me olvidó (ríe) y por eso luego me fui corriendo... Reconozco que me saltó alguna lágrima”. Y no era para menos. “Han sido meses duros, porque te dicen que la lesión es de 6 a 8 meses, pero después ves que pasa el tiempo, que tuve que volver a operarme porque se me formó un ciclo que no me dejaba flexionar la rodilla... Fue como empezar de nuevo. Soñaba con que llegara este día y finalmente ha llegado”.
Ahora sí empieza de nuevo Róber. Marcelino charló con él hace unas semanas y le dijo que tendría minutos en la Copa del Rey. El tiempo dirá si para ganarse un sitio en el Valencia o una llamada de algún otro club, ahora que todo el mundo del fútbol sabe que su rodilla está bien. “Yo ahora solo pienso en trabajar duro para estar a disposición del míster, y en enero ya se verá...”. En principio la idea del Valencia es dejarle salir si encuentra un destino de su agrado. Su contrato acaba el próximo 30 de junio y, a priori, no hay intención de ampliarle. Pero, a su vez, la plantilla de Marcelino es corta y la valía personal y profesional de Róber, enorme. Marcelino tiene la última palabra.
“Me he apoyado en mi familia, en mis compañeros, pero al final eres tú el que te vas a dormir y te calientas la cabeza. Ves que pasa y pasa el tiempo y te apetece jugar... Ha sido duro”, recalca, si bien añade: “Ahora estoy perfecto, desde hace tiempo me siento muy bien entrenando”. Róber acaba la charla dejando entrever que en breve puede haber un tatuaje con la fecha del partido del Zaragoza: “La fecha de mi primer gol con el Valencia es algo que no se olvida”.
Futuro “Ahora solo pienso en trabajar duro cada día, en enero ya se verá...”