Yamaha entierra 2017: parten de la moto de 2016
Tras probar ambas monturas en el test de Sepang, Rossi asegura que tomarán esa base para 2018
En Sepang, Zarco fue tercero, Rossi quinto y Maverick duodécimo, y en Valencia, el francés volvió a repetir en el podio pero en un puesto más alto, mientras que el italiano acabó séptimo y el español noveno. Dos carreras de MotoGP, que no las únicas, en las que la Yamaha satélite del Tech3 se mostró más competitiva que la M1 oficial. Un claro indicativo de que algo no han hecho bien, y por eso van a enterrar la Yamaha de este año, con la que no han podido luchar por el Mundial. ¿Cómo? Basando su próxima moto en la de 2016. Así lo asegura Rossi tras los test privados que han hecho en Sepang.
“Probamos la moto de 2016. Deliberamos y todos estuvimos de acuerdo en que la de 2017 era peor. Aún tenemos que ver cómo será la nueva, habrá algo interesante, pero la base será la de 2016. Desde ahora hasta febrero, Yamaha necesita dar un gran paso adelante”, declara el 46 en la emisora italiana
‘Radio Deejay’, mostrando una vez más su rechazo a la última Yamaha, con la que solo ganó una carrera.
Eso sí, Valentino acepta parte de responsabilidad en el camino erróneo. En los últimos test de 2016 pensó que el problema de su mal ritmo era suyo: “Cuando Vinales llegó, fue muy rápido. Lo probé y no me gustó, pero pensé que estaba fuera de forma porque era el final de la temporada. Entonces continuamos con ese proyecto de la moto de 2017, pero fue un error porque perdimos mucho tiempo”. —V. S.