Vallecas sigue soñando gracias al gol de Dorado
El Rayo marcó en el 88’ y ya olisquea el ascenso directo
Los Rayo-Granada siempre se guardan lo mejor para el final... Esta vez el gol llegó en el minuto 88. Esta vez estuvo en las botas de un central, Dorado, que marcó su primer tanto con el Rayo y le deja olisqueando el ascenso directo. Los franjirrojos ya ven por el retrovisor al Granada, que se marchó de vacío después de haber sumado en sus últimas tres salidas.
El partido comenzó aderezado por los imprevistos. De Tomás fue baja de última hora por fiebre y en las filas visitantes se caía Varas. Eso hizo que Míchel apostase por Chori (secundado por Trejo) arriba y Oltra puso bajo palos a Rui Silva, inédito en Liga hasta ese instante.
Aguirre dio el toque de corneta con un disparo que se fue al exterior de la red, mientras que los nazaríes comparecieron con un tiro de Montoro desde el mediocampo. Ahí la manopla de Alberto fue decisiva. También Rui Silva pasó con nota su primera intervención, deteniendo en dos tiempos un trallazo de Chori desde la frontal.
Ambos contendientes se repartieron la posesión y las llegadas en esa primera parte, aunque faltó definición. Sólo hubo un momento que puso a Vallecas con el corazón en un puño: la lesión de Trejo. El argentino, con problemas en el isquio, aguantó hasta el descanso para luego dejar su sitio a Guerra.
El encuentro fue entrando en calor. El propio Guerra estuvo a punto de cazar un balón muerto entre Rui Silva y Pedro, Alberto detuvo una falta peligrosa... Los porteros iban ganando protagonismo a medida que lo hacían Chori (dribló a Germán, pero se le resistió el gol) y Joselu (primero mandó alto el esférico, después atajó Alberto), los más incisivos.
Corrían los minutos, caían el frío y la noche, pero el calor de la grada contagió a los jugadores de la Franja: lo intentó Guerra, después fue el turno de Fran Beltrán, Rui Silva sacó un disparo a quemarropa de Galán... Ese fue el preludio al 1-0. Un zurdazo de Dorado desde la frontal puso el punto y final al encuentro. El punto y seguido a la fiesta: ya van siete partidos sin caer en Vallecas.