Oportunidad perdida en San Mamés

Hace apenas dos semanas todo el mundo futbolístico hablaba de Liga casi sentenciada y que la diferencia de diez puntos con el Barcelona a estas alturas era prácticamente insalvable. Dos empates consecutivos de los azulgrana brindaban una oportunidad de oro para recortar a seis esa diferencia en vísperas del

Clásico, el cual te podía meter de lleno de nuevo en la pelea y meter mucha presión a los de Valverde. Al equipo ayer se le pueden reprochar pocas cosas. Tuvo buena actitud desde el inicio del partido, tuvo tramos buenos con el balón, de control y velocidad en campo contrario, que permitieron generar las ocasiones suficientes como para haberte puesto en ventaja en el marcador. Por el motivo que sea, en este curso el Real Madrid no está acertado en el área rival.

Futbolistas tremendamente finos y certeros en esas situaciones, no están encontrando la inspiración o simplemente la confianza para que ese último pase, remate o toma de decisión llegue a buen puerto. El empate de ayer en

San Mamés hace mucho daño en varios frentes. Primero en lo anímico, perder la oportunidad de acercarte a la cabeza y engancharte con fuerza al campeonato es difícil de digerir. Después en las bajas con las que afrontas el partido contra el Sevilla de la semana próxima. No contar con

Ramos, Carvajal y Casemiro ante un rival complicado como los de Berizzo, va a ser una dificultad añadida con la que habrá que lidiar. Toca no bajar los brazos y seguir creyendo en que hay opciones. Lo que pase de aquí a final de año será determinante.