El Leganés mira a Europa ante un diezmado Villarreal
Calleja sólo cuenta con 13 jugadores del primer equipo
El áspero sonido de noviembre arrancado en las hojas del calendario es, para el Leganés, una sinfonía. Adiós mes maldito. Vivió en sus días una transmutación. De equipo fornido, y certero se pasó a una versión obstinada, aunque porosa, capaz de recibir en dos partidos (Valencia y Barcelona) seis goles. Más que los encajados en las nueve primeras jornadas, cuando Cuéllar sólo había recolectado cinco balones de sus mallas. Cerró el bucle del infortunio el desastre de Balaídos y su rosario de lesiones. Un dislate de la desdicha que en los albores de diciembre se atisba ya con menos gravedad.
El pase a octavos de Copa ha serenado el espíritu por Butarque. Ahora Garitano se atreve a mencionar Europa como objetivo, aunque sea a corto plazo. “El lunes volveremos a pensar en la permanencia”, afirma. El entrenador ha apretado las tuercas de su discurso para elevar la exigencia y evitar que el conformismo lastre a los suyos. Mensaje optimista, como las novedades en el informe de lesionados. Rubén Pérez regresa tras su indisposición y Muñoz y Dos Santos están disponibles, aunque Bustinza y Raúl García, ambos laterales, volverán a ser dupla de centrales en el último partido del año en Butarque. El Mundial de clubes dejará para 2018 la visita del Madrid.
En el Villarreal el parte de bajas es su peor noticia. Calleja tendrá nueve ausencias, entre ellas, Costa, lateral zurdo titular en Liga que dejará su puesto al expepinero Marín. El murciano redebutará en Liga con los amarillos donde no cuajó hace una temporada. Bakambú será la referencia en ataque y el objeto del malestar local después de que festejara con alevosía un gol suyo con la mano que evitó el empate del Lega en el Madrigal allá por abril.