Dembélé ya hace rondos y sueña con el Clásico del 23 ■ Rakitic y el Basilea
Llevaba 81 días sin pelotear con sus compañeros
El Barcelona informó a través de su departamento de prensa que Ousmane Dembélé participó en los rondos del equipo con todos sus compañeros en el entrenamiento de ayer miércoles. 81 días después de romperse el tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda en una imagen estremecedora en Getafe, parece el paso final del francés en su rehabilitación. El Mosquito ya venía realizando trabajo específico fuerte con Juanjo Brau, uno de los preparadores físicos del primer equipo, en las últimas semanas.
Ahora da un paso más en la recuperación y empieza a hacer ejercicios con la primera plantilla. El jugador quiere estar en el Clásico del 23 de diciembre, pero Valverde quiere ir con pies de plomo. El palo por la lesión del jugador fue durísimo y no se quiere correr ningún riesgo con el futbolista, que el día de su lesión quiso jugar pese a tener molestias y luego cometió el pecado de juventud de intentar un taconazo, un gesto forzado que terminó por romper su tendón. Valverde admitió que la inexperiencia pudo pasarle factura ese día.
El regreso de Dembélé se espera como agua de mayo en el Barça, que pagó 105 millones de euros (más 40 en variables) por el extremo francés y se quedó con él a mitad de septiembre. El jugador no hizo una pretemporada correcta. Se declaró en rebeldía en el Dortmund y luego entró demasiado pronto en la dinámica. Valverde y su cuerpo técnico y médico han aprendido de aquello. nadie quiere precipitarse pero sí es cierto que desde el vestuario azulgrana llegan noticias de un jugador sano, en forma y que se come el césped. Y con buena sintonía con Messi, lo que siempre podría acelerar su vuelta porque el argentino quiere títulos y al Barça le falta desequilibrio. Dembélé lo tiene y su vuelta está más cerca. Nacido en Suiza y formado en el Basilea, el croata ha admitido que le gustaría jugar los octavos de la Champions en St. Jakob Park. Ante el Sporting de Portugal, fue el MVP del partido.
Prudencia Valverde y el cuerpo médico no quieren correr riesgos