Quico cerró filas con Muñiz durante una hora de sobremesa
El Levante celebró la comida de Navidad con los empleados
El Levante realizó ayer la tradicional comida de Navidad con todos los empleados y secciones del club granota. Una forma de aunar fuerzas de cara a la segunda parte de la temporada, que se antoja dura y sufrida en todos los ámbitos de la entidad. Sobre todo para el primer equipo azulgrana, que atraviesa ahora mismo una profunda crisis de sensaciones y resultados.
Una cita en la que los jerifaltes aprovecharon para departir sobre el momento que atraviesa el primer equipo. Quico Catalán, Tito y Muñiz compartieron mesa y mantel con el resto de la directiva y durante la comida quizá tampoco era la hora de profundizar en el comprometido escenario que se presenta, pero fue en la sobremesa cuando presidente y entrenador conversaron casi una hora y media analizando la situación a corto y medio plazo.
La charla entre presidente y entrenador, que estaba acompañado de su cuerpo técnico, se produjo ya sin la presencia de Tito y de la mayoría de futbolistas. El capitán Pedro López fue el que más prolongó su estancia. El director deportivo se ausentó del salón por motivos personales. Ello tras realizar Quico Catalán en el que optó por no mencionar la palabra permanencia y básicamente se ciñó a felicitar las fiestas a los empleados del club.
La marcha del primer equipo, lógicamente, preocupa y ocupa a los gestores levantinistas, más tras la derrota contra el Athletic en Orriols, partido que esperaban puntuar. Muñiz espera la llegada de refuerzos en el mercado invernal, sobre todo en la parcela ofensiva, más con la ya segura marcha de Enes Unal, del que disfrutará solo los dos próximos partidos. En el vestuario granota hay nervios y hay futbolistas que muestran su intención de marcharse, caso de Lukic. Y Quico cerró filas con Muñiz.