La natación española sin Mireia
Copenhague acoge desde hoy hasta el domingo los Europeos de natación. Al igual que los campeonatos indoor de atletismo, la piscina corta tiene un rango menor en su deporte. Aun así exhibirá un buen nivel, con figuras mundiales como Adam Peaty, Katinka Hosszu y Sarah Sjöstrom. En este grupo pretendía ingresar también Mireia Belmonte, pero hace unos días se lo pensó mejor y se dio de baja, porque no se sentía preparada adecuadamente y prefería centrarse en la temporada de piscina olímpica. Su ausencia deja un profundo agujero en la delegación de España, abonada en los últimos tiempos a la Mireiadependencia. Los números que nos cuenta Alberto Martínez son rotundos: desde su eclosión en los Juegos de Londres 2012, el 60% de las 48 medallas y el 78% de los 18 oros llevan el apellido Belmonte. Si los cálculos se hacen desde su debut internacional en 2007, su aportación es del 41% de las medallas y del 66% de los oros, que también es una dependencia grande, pero menor, porque en sus primeros años coincidió con otros nadadores que se aupaban regularmente al podio: Aschwin Wildeboer, Erika Villaecija, Rafa Muñoz y las más cercanas Duane da Rocha y Melani Costa.
Ahora hay menos alternativas, si acaso Jessica Vall, bronce en aquellos Mundiales de Kazán 2015 en los que tampoco estuvo Mireia. Jessica y la renacida Melani nadarán también en Dinamarca, donde se espera la irrupción de nuevos nombres como el de África Zamorano. Falta Hugo González, a quien todos apuntan como el ‘sucesor,’ pero entre sus estudios y su emigración a Estados Unidos, está por ver hasta dónde puede progresar.
“...EL 60% DE LAS 48
MEDALLAS Y EL 78% DE
LOS 18 OROS LLEVAN EL APELLIDO BELMONTE”.