Motores: la Justicia abre investigación en Francia
Según ‘Le Canard’, implicaría a “grandes corredores”
La Justicia francesa, la misma que entró de lleno en las corruptelas de la Federación Internacional de Atletismo y el Comité Olímpico Internacional en la elección de sedes, investigará ahora la posible presencia de motores en bicicletas en el Tour de Francia.
Según reveló el semanario Le Canard Enchaîné, de corte satírico pero también con reportajes de investigación, dos jueces de instrucción, Claire Thépaut y Serge Tournaire, han asumido la instrucción de una investigación preliminar que se inició en enero para desentrañar presuntos vínculos entre equipos de primer nivel, grandes industrias del sector e incluso autoridades deportivas que, según el artículo, “podrían beneficiarse de los últimos avances tecnológicos en motores eléctricos”.
Le Canard, en su información, revela que se podría haber establecido “un pacto de corrupción firmado al más alto nivel internacional” que habría beneficiado “a grandes corredores”. Es decir, que el fraude estaría extendido y, al igual que con el dopaje farmacológico hace años, el pacto de silencio habría amparado las trampas.
Controles. El caso es que la Unión Ciclista Internacional se tomó muy en serio la detección de motores en las bicicletas. Pero sus esfuerzos no han tenido éxito. O porque no los hay, o porque el método es insuficiente. Durante los dos últimos años, la UCI ha realizado más de 50.000 controles examinando mediante un sistema con tablets los cuadros de las bicicletas; 4.000 de ellos tuvieron lugar en el pasado Tour.
Precisamente, el francés David Lappartient, nuevo presidente de UCI, anunció que su prioridad era mejorar el sistema para detectar motores. “El mensaje debe quedar claro. No fuimos lo suficientemente profesionales al buscar el fraude tecnológico. Tengo nuevas ideas. No deseo que la gente piense que en nuestra institución somos débiles en el combate de estas trampas. No hay que dejar margen a la duda sobre la limpieza de nuestro deporte. Hay que intentar erradicar todo tipo de dopaje”, apuntó.
El caso es que hasta ahora y en competiciones oficiales, sólo se ha descubierto un motor. El que llevaba la belga Femke van den Driessche en el Mundial sub-23 de ciclocross de este año y que fue sancionada con seis años de suspensión. Ahora, la Justicia francesa entra también en escena.
Denuncia Existiría “un pacto de corrupción al más alto nivel internacional”