Pedro Ferrándiz “He proclamado el nombre de mi ciudad por el mundo”

El palmarés de Pedro Ferrándiz (Alicante, 1928) es espectacular. El prestigioso técnico de baloncesto forjó su leyenda en el Real Madrid. El exentrenador se siente orgulloso de ser alicantino y nombró su ciudad cuando entró a formar parte del Salón de la Fama.

Se lo han preguntado un millón de veces. ¿Cómo se inició en el mundo del baloncesto? —Lo recordaré toda mi vida. Era un domingo por la mañana y estaba paseando por la Rambla. De repente, vi un patio abierto y gente jugando al baloncesto. Me quedé maravillado de ese deporte y a partir de ahí, no pensé en otra cosa. Luego, ese patio se convirtió en el cine Avenida. —¿No le gustaba el fútbol?

—Claro. Me encantaba y estaba obsesionado, pero a partir de aquella mañana todo cambió. —¿Y que pasó?

—Me alisté a un equipo como jugador, al Alerta. Poco a poco me di cuenta de que no servía como jugador. No tenía porvenir. En ese momento, como el baloncesto me encantaba, pensé en hacerme entrenador y mi primer equipo fue el Frente Juventudes.

Se puede decir que en ese momento empecé mi carrera como técnico. —¿Cómo dio el salto a Madrid?

—Con el paso de los años me di cuenta de que Alicante se me quedaba pequeño y yo quería seguir avanzando. Recuerdo que el Madrid vino a jugar un partido a Alicante, que se disputó en el puerto. Hice amistad con el secretario general de la Federación y me presentó a Raimundo Saporta. Me dijo que si necesitaba algo que fuese a Madrid. —Y allí se fue...

—Fue en el año 1953 cuando decido irme a Madrid. No fue sencillo porque yo era empleado de los sindicatos y pedí irme a Madrid para poder seguir vinculado al baloncesto. Me lo denegaron. Hice las maletas y sin permiso me fui a la aventura. —¿Y cómo entra en el Madrid?

—Saporta me dijo que si iba a Madrid fuese a verle y yo lo hice. Me armé de valor y me reuní con él. En un primer momento, me dijo que podía formar parte de la organización de la cantera, algo así como coordinador. —¿Y el salto al primer equipo?

—En ese momento no ejercía de entrenador, pero los técnicos del infantil y el juvenil se marcharon y Saporta me dijo que podía entrenar a esos equipos. Poco a poco, me vio maneras y fui escalando hasta llegar al primer equipo. —Entonces comenzó la leyenda...

—Armamos un gran equipo de baloncesto, con jugadores muy buenos y ganamos todo lo posible. —Y dijo aquello que le “salían los títulos por las orejas”...

—(Risas). Se me recordará por eso, pero era la pura realidad. Estaba aburrido de ganar. —Será difícil encontrar a un alicantino con su palmarés... —No quiero se arrogante, pero será difícil que en España, Europa y en el Mundo haya un entrenador con todos los títulos que conseguí yo. Soy un tipo modesto, pero fueron años muy buenos en los que salió todo. —¿Cómo fue aquello de entrar en el Salón de la Fama?

—Increíble, un gran reconocimiento. En el Salón de la Fama, los únicos españoles que estamos somos Antonio Díaz Miguel y un servidor. —Vaya lujo para Alicante aparecer en un escaparate así...

—Siempre me he sentido muy orgulloso de ser alicantino. Fíjese, el día del nombramiento, en el discurso dije que había nacido en Alicante, en España. He proclamado el nombre de mi ciudad por todo el mundo. —¿Cómo ve el deporte alicantino actual?

—Es una pena que el Hércules y el Lucentum, los dos equipos más representativos que tenemos en la ciudad, estén en una categoría tan baja. Del Hércules soy socio de honor y siempre que puedo voy a verlo. Lo del Lucentum me da mucha pena y lo que pasó con su desaparición... La buena noticia es que se ha refundado y ahora se están haciendo muy bien las cosas, aunque sea en una categoría menor. El trabajo de Toni Gallego, su presidente, es sensacional y algún día volverá.

Visionario

“En la Rambla vi jugar al baloncesto y quedé maravillado”

Palmarés

“En el Real Madrid estaba aburrido de ganar tantos títulos”