AS (Valencia)

“El Dakar se puede y se tiene que ganar”

Joan Barreda lidera a Honda en el raid sudamerica­no. Aún se recupera de una fractura múltiple de muñeca, pero aspira a todo: “Hay días en los que tienes que arriesgar, esta carrera debes ir a buscarla”

- JESÚS BALSEIRO

Joan Barreda aún no tiene un Dakar en su vitrina, algo difícil de explicar. Lo mismo sucede con el equipo oficial de Honda, incapaz de romper el dominio de

KTM. El castellone­nse (34 años) partirá en 2018 lastrado por una fractura múltiple en su muñeca izquierda, pero con siete dakares de experienci­a y la velocidad que le caracteriz­a, es uno de los favoritos.

—¿Cómo está la muñeca?

—Ahora mismo estoy esperanzad­o. Por un momento se había complicado la lesión, porque uno de los cuatro huesos rotos no terminaba de pegarse, estaba muy preocupado e incluso valoramos operarlo. Pero tras las pruebas vimos que había empezado a pegarse. Espero que termine de calcificar y se haga fuerte. Después seguro que voy a tener molestias en el ligamento, pero lo llevaremos con el fisio y al menos sé que puedo ir al Dakar.

—Físicament­e, ¿cuántos escalones por debajo está del que debería ser su nivel? —Físicament­e no tanto, porque he trabajado mucho el físico. Lo que más me preocupa es el dolor encima de la moto, que es el que te puede hacer perder la concentrac­ión y no llegar a un nivel alto de conducción. Pero espero que eso se lleve bien. A partir de ahí, he trabajado mucho este tiempo de la lesión en cosas que podía hacer. —¿Cuáles eran sus últimas sensacione­s sobre la moto?

—Desde agosto, desde la lesión. No me volví a subir a la moto hasta hace pocas semanas. Pero yo soy un piloto que no necesita muchas horas encima de la moto, la parte más complicada siempre ha sido para mí el físico. Espero recuperar el ritmo rápido. —En estas circunstan­cias, ¿la lesión no es demasiado lastre? ¿Se puede ganar así? —Sí, esperemos que sí. Yo si llego con un mínimo de garantías de la muñeca, espero que sí. Otros años todo iba mucho mejor, llegaba muy bien preparado y terminaba fallando algo. La moto, la gestión de equipo… Quizás este es el año en el que todo va bien, la moto no falla, el equipo va perfecto y yo no estoy al mismo nivel, pero es suficiente como para ganar el Dakar. Las cosas a veces salen así y hay que aceptarlas como son y sacar el máximo de lo que tengo. —¿Se puede ganar el Dakar o se tiene que ganar el Dakar? —Las dos. Se puede ganar porque para eso hemos trabajado muchísimo durante los últimos años. Y se tiene que ganar también. Pero por otro lado, tampoco es una obsesión. Mi responsabi­lidad es haber trabajado tanto para llegar hasta aquí y sí que es verdad que me gustaría ganar al menos uno, pero si no la sensación de haber hecho mi trabajo sigue siendo muy buena. Me siento valorado por la marca, por los patrocinad­ores… —¿Qué tiene el proyecto de Honda que no tenga KTM?

—A mí me ilusionó mucho Honda desde el principio aunque fuera un proyecto joven. Siempre les he tenido como la referencia de marca. Tuve opciones para ir a otros equipos, también a KTM, pero cuando Honda me llamó todo cambió. Es la ilusión desde pequeñito, desde los años de motocross, de venir a este equipo. Ser piloto de fábrica de Japón es un sueño hecho realidad. —El de 2018 será su octavo Dakar. ¿Qué le han enseñado los siete anteriores? —Es verdad que en los primeros años era aquel piloto que quizás no tenía los medios de ahora pero veía que podía ir rápido y quería mostrarlo, y mostrarlo y mostrarlo. Puede que eso hiciera que tuviera más caídas, pero a pesar de tener esa imagen de piloto agresivo, hace tres dakares que mi moto no toca el suelo ni un día. Eso dice mucho de lo que ha cambiado la historia. Ahora gestiono mucho mejor la carrera. Hay días en los que hay que arriesgar sí o sí, porque la carrera hay que ir a buscarla. Pero en otros tienes que evitar el riesgo. —¿Dónde se tiene que ganar este Dakar y dónde no se puede perder de ninguna manera? —Hay que ganarlo en Argentina, en las últimas dos o tres etapas complicada­s donde habrá muchas diferencia­s entre los pilotos. Y no se puede perder en Perú, allí hay que estar atentos porque son etapas donde habrá mucho juego y puede pasar de todo. Navegación, etapas duras, mucho calor. Pero habrá que estar atento y no ir a buscar nada más. Si gracias a la estrategia salimos favorecido­s, mejor, pero no hay que volverse locos y sí esperar a la parte de Argentina.

Recuperaci­ón

“Me preocupa el dolor encima de la moto, te puede desconcent­rar”

Ganar el Dakar

“No es una obsesión para mí, pero me gustaría tener al menos uno”

Su agresivida­d

“Mi moto no ha tocado ni un día el suelo en los últimos tres dakares”

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