Feliz Año Olímpico 2018

El 2018 que acaba de echar a andar es Año Olímpico: hay Juegos de Invierno en Pyeongchang, del 9 al 25 de febrero. La tradición de nieve y de hielo es escasa en España, por eso palpamos poca concienciación de que los tenemos a la vuelta de la esquina. En la historia hemos logrado sólo dos medallas y de la última, el bronce de Blanca Fernández Ochoa, han pasado más de 25 años. Luego hubo algunas oportunidades más, no muchas, pero se diluyeron. Si acudes con pocas balas, es más fácil fallar los disparos. A veces se yerra por la ansiedad de cargar con todo un país. Recuerdo, por ejemplo, a María José Rienda en Turín 2006. Venció en los dos gigantes anteriores de la Copa del Mundo, ambos en Ofterschwang, y ganó el posterior en Hafjell. Pero el día olímpico se clasificó 13ª, su peor resultado en dos años. Algo parecido le sucedió a Javier Fernández en Sochi 2014, cuando se despistó en las cuentas de sus ejercicios y salió del podio (cuarto). Después de aquel chasco, Superjavi conquistó dos Mundiales. Su última oportunidad olímpica será en Corea, donde llega más maduro, pero físicamente al límite, frente a un aluvión de jóvenes que cada vez incorporan más cuádruples. La media de retirada de un patinador es de 27 años y Javi los cumplirá en abril. Otra baza firme será Lucas Eguibar, vigente subcampeón mundial de snowboardcross. Y en el siguiente peldaño aparecen Queralt Castellet y Regino Hernández. Estas son las balas. Sólo hay que esperar que sepan liberarse de la presión y al fin acierten en la diana. La propia Blanca lo hizo cuatro años después de caerse en Calgary 1988. Ella sí lo logró. Está al alcance.

“A VECES SE YERRA POR LA ANSIEDAD DE CARGAR CON TODO UN PAÍS”.