Javier Beirán “La gente respeta ahora más a esta Selección”
En diciembre de 2016 Beirán sufrió una grave lesión de rodilla y no pudo estar con la Selección el pasado verano. En la primera Ventana, un esguince le volvió a dejar fuera. Ahora, aspira a debutar con España, como hizo su padre José Manuel, olímpico en 1984.
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Ya no se le puede escapar el debut con la Selección.
—No, espero estar entre los doce y que no se me escape el poder debutar. Estar aquí ya es un orgullo. Tenía esa espinita clavada por no haber podido acudir ni en verano ni en noviembre. Tengo muchas ganas, sobre todo después de ver lo bien que lo hicieron en la primera Ventana, lo que transmitieron pese a las dudas que había.
—Esas dos victorias fueron toda una reivindicación.
—La gente respeta ahora más a este equipo. Al final es la Selección y se está jugando ir al Mundial. Hay equipos que lo van a pasar mal.
—¿Pensó que se le pasaba el tren de la Selección?
—Pensaba que tendría esta oportunidad y que voy a tener más. Scariolo tuvo muy buenas palabras para Pablo Aguilar y para mí, que fuimos los dos que nos perdimos la Ventana de noviembre por lesión, y eso fue una motivación extra para darle más razones para estar aquí.
—Durante la grave lesión del pasado año en una rodilla, ¿cómo le ayudó que su padre fuera psicólogo deportivo?
—Creo que en la educación que me ha dado está todo incluido. También mi madre. Pocas veces lo he usado como psicólogo deportivo, eso sí. Tengo ciertos valores que me ayudan en situaciones así. Sabía que era una de las personas que más me podía entender porque tuvo la misma lesión que yo.
—¿Cómo es crecer con un medallista olímpico?
—Es algo bonito. A mí me gusta ver la medalla, ver fotos y saber, que hasta esta gran generación, era la mejor que había existido y que enganchó a muchísima gente. Tengo recuerdos de ir a verle jugar con el Madrid de veteranos; en muchos pueblos eran ídolos para toda una generación que vivía muchísimo el baloncesto en los 70 y 80. Siempre he tenido que vivir con la comparación, pero lo asumí pronto: algunos decían que estaba en el Madrid por enchufe. Nunca me afectó más de lo normal. —¿Es de batallitas?
—No muchas, pero algunas sí salen a partir de entrevistas, como lo de Villacampa, que fue al Preolímpico pero luego le llamaron a él. O cómo vivía otros eventos deportivos con otros atletas en la Villa Olímpica... —Ya no podrá picarle con que él fue a la Selección y usted no…
—Bueno, él tiene la medalla (ríe), ha estado en unos Juegos. Pero ojalá sea yo también internacional. —¿Qué significa para los Beirán tener dos internacionales en la familia?
—Orgullo. Tengo la suerte de tener una familia muy buena, que me ha educado muy bien. Mis hermanos y yo nos llevamos fenomenal. Eso es lo más importante, que estemos unidos.
—¿En qué supera a su padre?
—Mi padre era más especialista. Él tiraba mejor, pero yo hago más de todo. Creo que soy más completo. Mi padre me ayuda de vez en cuando con el lanzamiento, y yo intento, viendo cómo evoluciona el baloncesto, hacer cada vez más cosas.
—Hizo ADE y ahora Periodismo, ¿cuánto ha influido su padre para que se prepare tanto?
—Mucho, también mi madre. Me educaron en un estilo de vida en el que los estudios eran muy importantes. Hasta que tuve contrato profesional, los estudios eran lo primero, pese a que me encantaba entrenar. Mi padre tiene una carrera. Antes creo que muchos jugadores tenían una, no sé si era más fácil o se esforzaban más. Es algo que hay que apoyar desde la cantera porque, primero, no todos somos millonarios y, después, no es solo por el dinero. A mí me ayuda a desconectar. Sé que el baloncesto se me va a acabar en X años.
—¿Está en uno de los mejores momentos de su carrera?
—Estoy viviendo cosas muy bonitas en el Iberostar Tenerife. El año pasado estaba a uno de mis mejores niveles, pero al final también se mide por cómo lo hace tu equipo. Nos consolidamos y creo que soy parte fundamental de esa historia. Me siento realizado y mejor jugador.