En el Mundial habrá policías de 32 países
Los altercados en los aledaños de San Mamés con ultras rusos del Spartak, que acabaron con la muerte de un ertzaina, han encendido aún más los temores de una explosión de violencia durante el Mundial. Antes, muchos medios latinoamericanos se hacían eco de un eventual viaje de los cabecillas de los grupos rusos más radicales para aliarse con las barras bravas argentinas y formar un tándem frente a los británicos. Rusia no va a estar sola en la tarea de controlar a estos vándalos, procedan de donde procedan. Para frenar esa posible ola de disturbios, el Ministerio del
Interior ruso ha pedido colaboración a todos los participantes de la Copa del Mundo.
Unos 150 agentes de los 32 países que tomarán parte en la competición este verano llegarán en junio para velar por la seguridad de la competición. Además, a ellos se sumarán oficiales de Qatar, que echarán una mano en estos servicios y tomarán buena nota de esas prácticas para aplicarlas en su casa en 2022.
Los uniformados estarán coordinados gracias a un centro de cooperación policial internacional y tendrán diversas funciones. Mientras algunos actuarán como oficiales de contacto, otros realizarán tareas en la calle, entre los aficionados.
Según el jefe del Departamento Central de Seguridad del Orden Público, Yuri Isayev, “esta es la primera vez en la práctica de los organismos rusos de seguridad que se crea un centro de esta índole” y a buen seguro tendrá trabajo entre el 14 de junio y el 15 de julio, aunque lo deseable sería que su labor pasara desapercibida, algo que sería sinónimo de deportividad entre las aficiones fuera de las canchas.