Lili Fernández, la mamá del Circuito Mundial de voley playa

■ Liliana Fernández y Elsa Baquerizo llevan una eternidad juntas, aunque tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro la pareja se rompió “transitoriamente”. “Decidí que era un buen momento para ser madre, y Elsa lo entendió”, comenta la jugadora de Benidorm, que en agosto volvía a los entrenamientos tras dar a luz, y sin perderse ocho meses de ensayos en la playa “pese a la barriguita”.

Durante el año 2017 Elsa siguió compitiendo con parejas diferentes, esperando el regreso a Lili. Y ahí están las dos, en la primera prueba para ellas en el Circuito Mundial de Fort Lauderdale (Florida) donde falta la brasileña Talita Antunes, embarazada. “No soy el único caso, y en España ya tenemos a Olga Matveeva”, dice, pero sí lo es de las españolas en el Circuito Mundial. Ha dejado a su hijo en su casa en Canarias, con el padre, y con todo preparado para que durante esta semana no le echen en falta. “A mi hijo le doy pecho, y tengo la fortuna de que me sobra leche, la extraemos y la guardamos, precisamente para que la siga tomando ahora que tengo que viajar”, comenta Lili, que tiene entre ojo y ojo estar en los Juegos Olímpicos de Tokio. A Estados Unidos va con la intención de recuperar los puntos que ha ido cediendo por estar inactiva durante un año, y con la mentalidad de que el objetivo para estar entre las mejores parejas “no es a corto plazo, sino en la próxima temporada”. —E. OJEDA