China cierra el mercado más austero desde 2011
Las medidas del gobierno hunden el gasto a 153 millones
El mercado de fichajes cerró ayer en China con la cifra de gasto más austera de los últimos años: 153 millones de euros. Desde 2011 no invertían los clubes tan poco en fichajes y la tendencia a la baja confirma que el globo del fútbol chino está empezando a desinflarse. Lejos quedan los 229 millones de 2014 o los 215 de 2015, sólo computando, como en este caso, el mercado invernal. Bakambu, Carrasco, Gaitán, Viera y Mascherano han sido las incorporaciones más sonadas, todas ellas procedentes del fútbol español.
Las fuertes medidas del gobierno con las que tratar de controlar el desembolso por parte de los clubes ha surtido efecto. Los millonarios refuerzos de temporadas anteriores (Oscar por 60 millones, Hulk por 55, Alex Teixeira por 50...) son ya pasado, una vez aplicada la nueva normativa de control. Así, aquel club que invierta en un fichaje más de 5,8 millones (45 millones de yuanes) debe abonar la misma cantidad a la federación china, mientras que los que no lleguen a esa cifra pero también paguen un traspaso están obligados a invertir exactamente lo mismo en su cantera. De esta manera se ha frenado mucho el desembolso, a veces desmedido, de campañas anteriores.
Llegadas. Otro asunto en el que el gobierno chino y la federación se han puesto estrictos esta temporada es en el uso de jugadores jóvenes. De hecho, cualquier equipo deberá tener sobre el campo el mismo número de futbolistas extranjeros que de Sub-23 chinos. Se quiere reforzar así al jugador nacional, de modo que crezca el nivel de la selección. Resulta muy sorprendente que China, con 1.300 millones de habitantes, sólo haya ido a un Mundial en su historia.
Pese a todas las restricciones, han seguido llegando los fichajes. Bakambu, por el que el Beijing Gouan ha pagado 40 millones (al haber abonado el futbolista su cláusula, la medida de control de fichajes sobre el club no pudo ser ejecutada), Carrasco (30) y Gaitán (18), ambos al Dalian Yifang, y Mascherano, al Hebei Fortune por 5,5 millones, son algunos de los refuerzos más destacados. Un mercado de fichajes a la baja y que deja al descubierto algo palpable: la burbuja del fútbol en China ha explotado.