Los ultras de West Ham y Lille invaden el campo y zarandean a sus futbolistas
En Inglaterra pararon el partido tres veces para protestar por la crisis del equipo. En Francia todo sucedió al final
El fútbol vivió ayer dos imágenes surrealistas en dos campeonatos diferentes. Por un lado, en la Premier, los aficionados del West Ham saltaron al campo en varias ocasiones durante la derrota ante el Burnley (0-3). Por el otro, en Francia, los seguidores del Lille invadieron el césped al término del encuentro frente al Montpellier (1-1).
En el Olímpico de Londres todo comenzó en el minuto 66, cuando el Burnley se adelantó en el marcador gracias a un tanto de Ashley Barnes. Entonces, seguidores del West
Ham saltaron alcésped y fueron a por sus propios futbolistas; Mark Noble, capitán de los hammers, llegó a empujar a uno de los hinchas. Cuatro minutos después, Chris Wood marcó el segundo, lo que reactivó las quejas de la afición, que volvió a entrar al campo e incluso un aficionado corrió con uno de los banderines de córner y lo plantó en el centro del campo.
Mientras, otro sector de la tribuna se encaraba con David Sullivan, propietario mayoritario del West Ham, que debió retirarse escoltado por la Policía. La locura no paró ahí, pues con el doblete de Wood, en el 81', los seguidores repitieron la acción y nuevamente invadieron el terreno de juego en busca de algunos jugadores, y se vio involucrado en ese momento el portero Joe Hart.
Para evitar un problema mayor, la Policía Metropolitana de Londres custodió a Sullivan, quien abandonó su butaca minutos antes del pitido final. Mientras tanto, los futbolistas suplentes del Burnley protegieron en el banquillo a algunos niños que se encontraban cerca del área de conflicto. El West Ham tiene 30 puntos, ocupa el puesto 14 de la Premier, muy cerca del descenso.
En Francia se vivieron escenas similares. Numerosos aficionados del Lille, penúltimo en la clasificación, saltaron al césped del estadio Pierre-Mauroy al término del encuentro contra el Montpellier (1-1) y se encararon con los jugadores hasta que pudieron ser reducidos por las fuerzas de seguridad.
Los seguidores irrumpieron en el terreno de juego cuando el árbitro Sebastien Moreira señaló el final. Los hinchas, procedentes del fondo norte, se dirigieron hacia los futbolistas, a los que lanzaron varios objetos, insultaron y amenazaron. Alguno de los jugadores, incluso, llegó a ser zarandeado. Las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir aunque tardaron varios minutos en controlar la situación. Formaron un cordón policial en la entrada a los vestuarios para garantizar la retirada sin más incidentes del terreno de juego a los futbolistas y frenar así a los aficionados.
West Ham La Policía evacuó al propietario antes del pitido final