Un día con los Leones
Todo el plan estaba medido al milímetro en Bruselas
La concentración de España en Bruselas fue preparada al detalle. La trascendencia del partido provocó que todos sus movimientos fuesen medidos al milímetro para que su única preocupación fuese lo que a Santiago Santos, Seleccionador español, le gusta definir como “el negocio”: entrenar y jugar bien. Llegaban de arrollar a Alemania en Madrid, y había que frenar la euforia. As pudo estar con ellos desde el viernes en Bruselas y vivir su preparación para el partido contra Bélgica, el último escollo en su camino al Mundial 2019.
Así es un día con los Leones:
08:00 Monitorización. Los Leones se despiertan pronto. Nada más levantarse, lo primero que hacen es someterse a un proceso de monitorización por parte del equipo de preparadores físicos de la Selección, que lidera Mar Álvarez. Estos analizan el estado de bienestar de los jugadores a través de una serie cuestionarios. Se miden parámetros como la fatiga, la hidratación, la calidad del sueño, el humor o las molestias físicas que puedan arrastrar de entrenamientos o partidos.
09:00 Desayuno. La primera comida del día, la más importante por ser previa al entrenamiento, es un desayuno muy completo que hacen en un comedor habilitado especialmente para ellos en el hotel de concentración. Mantenerles centrados y controlar su alimentación es muy importante. Cuando vuelven a sus habitaciones y se preparan para el entrenamiento en el que harán los retoques finales antes de este choque decisivo.
10:30 Autobús. La expedición se monta en un autobús proporcionado por la Federación belga y recorre los aproximadamente 7,2 kilómetros que separan el hotel de concentración, cerca de la zona donde se concentran las instituciones europeas de la ciudad, del estadio Victor Boin, en la parte noroeste. Tardan alrededor de una hora.
12:00-13:30 Entrenamiento. El viernes se entrenaron durante hora y media. Ayer estaba programada la captain’s run (un entrenamiento suave que se realiza el día previo al partido), pero el mal tiempo abortó la posibilidad y los Leones se limitaron a inspeccionar el campo de juego (Peluchon practicó el pateo) y hacer un pequeño calentamiento para activar la musculatura antes de volver al hotel.
14:00 Comida. A la vuelta del entreno es turno para la comida principal del día. Se insiste mucho con las proteínas para recuperar bien los músculos, muy desgastados por la explosividad física del rugby.
Tarde libre. Por la tarde los jugadores disponen de tiempo libre para poder relajarse. El viernes la mayoría optó por salir a dar un paseo a la zona más céntrica de la ciudad para visitar algunos lugares emblemáticos, mientras que ayer, en vísperas del encuentro, la tónica fue quedarse descansando en la habitación. El cuerpo técnico, con Santos a la cabeza, sí salió.