Chilavert “Los porteros además de excelentes tienen que ser ahora adivinos”
José Luis Chilavert, leyenda del fútbol paraguayo, se suma a las críticas de los porteros al balón del Mundial. El es una voz autorizaba porque paraba y lanzaba faltas
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Ter Stegen, De Gea, Reina… Los porteros se quejan del balón del próximo Mundial. ¿Usted qué opina?
—Realmente es una vergüenza que se juegue con ese tipo de balones a las alturas que estamos. Nadie se preocupa de la opinión de los porteros ni de los futbolistas, que son los protagonistas de esto. FIFA solamente se preocupa de intentar que los partidos tengan más goles, pero no parece afectarle que las estrellas como esas, esos porteros, no puedan mostrar su potencial. Es muy complicado cuando tienen que enfrentarse a una pelota que es más de voley que de fútbol. Y es por los jugadores por los que se paga una entrada…
—Dice Alves que el balón es bueno para el que tira y malo para el que para. Usted fue una leyenda bajo palos y un especialista a balón parado. ¿Tanto puede beneficiar al lanzador?
—Es cierto que un balón tan liviano como ese beneficia al que ejecuta. Pero en las inmediaciones del área, para un tiro libre, ese tipo de pelota exige mucha técnica. Se mueve mucho y no cae. Hay que darle dirección. El que ejecuta, además, puede tener problemas, un desgarro, si no mide bien la fuerza. Tú estás acostumbrado a una cosa y cambiar... Te puedes resentir al ser tan liviano y, además, el tacto sintético. No es de cuero y eso perjudica mucho. Hay que tener un toque muy fino, mucha técnica. —Usted era una figura mundial. ¿Alguna vez le pidieron opinión, en activo o ahora, para fabricar un balón?
—-Nunca, en 25 años. Lo triste es que las casas de los aficionados están llenas de fotos de sus ídolos y entre ellos no hay un ingeniero en lo que se refiere al fútbol. Hablan de que el balón ahora tiene dentro una válvula inteligente, que le hace compensarse, pero no es así. La pelota realiza extraños. Es una muestra más de que FIFA sólo piensa en recaudar. Es un síntoma de la corrupción que prosigue. Aquí en Sudamérica la hay más que nunca y eso que muchos de los dirigentes acabaron encerrados. Nadie se preocupa de lo que piensan los jugadores.
—¿Cuál fue para usted el balón ideal?
—El Tango de 1978 era ideal. Fantástico, con una piel de vaca muy fina. Con lo avanzado que está todo no se entiende que ahora no se refine la superficie. El ingeniero que los diseña ahora nunca ha jugado al fútbol, deberían tener unas directrices basadas en el reglamento y en las opiniones de los protagonistas, no en los intereses de un sponsor. Un balón bueno no debería realizar esos movimientos que hemos visto, no de esa manera. Se le debería golpear y caer. Los porteros ahora, además de ser excelentes tienen que ser magos. Deben ser adivinos.