Vettel gana a Hamilton, Alonso vuelve a sonreír
El alemán superó a Hamilton y Raikkonen retrasando su cambio de neumáticos y aprovechándose de un ‘safety car.’ El asturiano, quinto, resistió 26 vueltas a Verstappen. Carlos Sainz, 10º en Albert Park
Abre los brazos mostrando las palmas, gira la cabeza hacia la izquierda y en su rostro se dibuja una sonrisa de satisfacción. “¿Ves, querido?”, viene a decir David Coulthard. Por eso es el mejor. El escocés contaba en As estos días del GP de Australia que siempre hay que confiar en Fernando Alonso. Y es que siempre hay que confiar en los mejores. Porque solo uno de los pilotos más grandes es capaz de aguantar durante 26 vueltas a otro de los mayores talentos del momento con un coche un segundo más rápido para terminar quinto cuando salía décimo. Alonso demostró que todos sus privilegios son merecidos. Otro que recordó lo mismo es Vettel, cuatro veces campeón del mundo, ganador de la carrera y primer líder del Mundial.
Es cierto que uno y otro deben parte del éxito de esta cita a un Haas, a un coche de seguridad, a su equipo y a la estrategia, pero sin un pilotaje excepcional no hubieran conseguido el mejor resultado posible. Victoria de Vettel con Hamilton segundo y Raikkonen
tercero en una carrera emocionante, vibrante y mágica. Pura Fórmula 1, un deporte en el que cuando parece que todo está fabricado, cualquier hilo suelto puede transformar el telón de la obra y hacer que el teatro pase de la tragedia a la comedia. O a la inversa.
Es lo que pasó en la vuelta 32 cuando el Haas de Grosjean se quedó parado en mitad de la pista con una rueda suelta. Antes Hamilton, que había salido bien, era líder con Raikkonen a dos segundos, Vettel a otros dos del finlandés y por detrás un grupo en el que Ricciardo luchaba con los Haas. Todos pararon, esperó Vettel, líder circunstancial. Más atrás Alonso, que acababa de pasar a Carlos Sainz por la novena plaza. Pero ese coche de seguridad lo cambió todo. Con el safety entra Vettel a cambiar neumáticos y gana 15 segundos a Hamilton y Raikkonen. Ya es primero. Algo parecido hace Alonso para ponerse sexto, aunque advierte que Verstappen le pasó apurando con bandera amarilla. Max cede el paso, Fernando es quinto y el safety car se va. Y a partir de ahí las batallas: entre Vettel y Hamilton, Raikkonen y Ricciardo… Alonso y Verstappen.
El holandés era el único de esa banda que tenía un coche muy superior a quien le precedía, pero no pudo con Alonso. “Ahora Verstappen va a atacar fuerte, pero sabemos que lo tienes bajo control”, le dijeron desde el muro al astur a cuatro vueltas del final. Por delante Hamilton comete dos errores y Vettel pilota perfecto para ganar.
Mientras Sainz, al que le perjudicó el safety, es décimo y cuenta que se queda sin potencia, y aunque solucionan el problema en principio, después se empieza a encontrar mal, el estómago le está molestando. Saca fuerzas de donde no las tiene y vuelve a puntuar en la primera carrera. Orgullosos de él. Como Alonso de su equipo. “Muy orgulloso de vosotros, podemos luchar, podemos luchar…”, dice emocionado el español. En la grada, una pancarta con la cara de Fernando. “Un guerrero no es el que siempre gana, es el que siempre lucha”. Amén.
Estrategia Vettel ganó 15 segundos al parar cuando salió el coche de seguridad
Haas Magnussen y Grosjean abandonaron tras fallar los mecánicos en el pit stop