España se gusta en las plazas de toros: va 6-0
La Armada ‘toreó’ en el camino hacia cuatro títulos
El camino hacia cuatro de las cinco Ensaladeras de España (2004, 2008, 2009 y 2011) tuvo paso previo por una plaza de toros. La de Valencia, donde se medirá en cuartos desde el viernes a Alemania, será la séptima para la Selección, que encadena 27 victorias en casa desde la primera ronda de 1999. Nunca se ha fallado en un coso. En el mundillo taurino, cuando un maestro se gusta, se caen los tendidos. Así ha pasado siempre con el tenis y su conexión con la Davis.
“Cuando entramos a trabajar, aún olía a toro”, cuenta Paco Megías, de Sport F. Megías, la empresa que ha construido la pista y pionera en recintos taurinos, pues elaboró las del Mallorca Open a finales de los noventa. A ella salen Rafa Nadal y el resto de jugadores desde la misma puerta de toriles que lo hizo Economista, de Alcurrucén, el mejor toro de la Feria de Fallas que concluyó el 19 de marzo. Desde ahí, acceden a las salas de jugadores habilitadas en el patio de caballos.
“La pista se fabricó en tres días, con 270 toneladas de material. Tiene tres capas: 15 centímetros de cascotes para el drenaje, seis más de pastilla (la base) y seis milímetros de tierra batida. Previamente, hubo que nivelar el ruedo, porque debajo tiene unos depósitos para el drenaje y no se podía rebajar”, explica Megías.
Tras la construcción, tenistas como Pablo Andújar, Daniel Gimeno o Anabel Medina la probaron y dieron el OK. “Nadal ha dicho que le gusta”, explica el constructor, a quien se le trasladaron instrucciones de conseguir “un bote vivo, que salte la bola, porque los españoles se apoyan muy bien sobre ella”.
En la Davis, la superficie y el público también juegan. Se espera lleno en unas gradas que han debido reducir su aforo de las 10.900 personas de una corrida de toros a las 8.000 del tenis por razones de licencias administrativas. Solo falta que suenen los clarines.