Más de media salvación se juega hoy en el Ciutat

Duelo a muerte por abajo entre Levante y Las Palmas

Las finales son para ganarlas. Así lo diría alguien por primera vez como luego otros muchos han copiado. Frase que cobra su máximo sentido hoy en el Ciutat de València. Levante y Las Palmas en un duelo (casi) a muerte. Máxima presión. Sobre todo para los canarios. Todo lo que no sea ganar para ellos es decir prácticamente adiós a Primera División. Mientras que un tropiezo granota les devolvería al hotel de los líos con el Depor asomando otra vez la patita tras su victoria ante un Málaga que ya piensa en el próximo curso en Plata. El empate, eso sí, mejor para los de casa.

La tensión se palpa en el ambiente durante toda la semana y casi seguro que se traslada hoy al césped. Aunque con los Pacos (López y Jémez) al frente el fútbol es otra cosa. Atrevidos. Valientes. Cada uno a su manera. Sus guiones no van a cambiar. Su estilo... Lo único, las lesiones, del bando azulgrana sobre todo, que lastran mucho una convocatoria cogida con pinzas. ¡Hasta ha entrado Fahad! Dice mucho. Como que Jémez se haya llevado a todos a Valencia. Para hacer piña. Todos juntos. La fuerza de la manada. Los dos saben que hoy es su día. O que debe de serlo.

Más de media permanencia pasa por Orriols. Y entre toda esa presión, hay que jugar al fútbol. Los de casa cada vez tienen más automatizado el efecto López. Vienen de tres jornadas sin perder y de jugar en Girona sus mejores minutos. Con el 4-4-2 claro, equipo que casi empieza a repetirse de memoria, la única duda es quién acompañará a Roger en punta. Pazzini o Sadiku, opción lógica. La baza de Morales, as en la manga.

En Las Palmas aún echan en falta a Viera. Halilovic lo intenta pero tampoco puede con todo. De su inspiración y la de Tana dependen los canarios. Del acierto de Calleri, también, pero ya casi ni se acuerdan. Todo lo contrario que en Orriols donde los puntas han vuelto a sonreír. Pero cuidado, porque en el fútbol como en la vida el que ríe el último, ríe mejor.

Presión Ninguno puede perder y el empate favorecería al Levante