Mou aguó la fiesta a Guardiola El joven Martí y las desventuras de Guardiola
Al City le valía ganar para ser campeón y el United remontó un 2-0
El City tendrá que esperar al menos otra jornada para ganar la Premier después de perder 2-3 ante el United en un derbi para la historia. El equipo de Guardiola se fue al descanso con 2-0 pero acabó sufriendo su segunda derrota en lo que va de campeonato después de que un doblete de Pogba y otro gol de Smalling lograran dar la vuelta al marcador en una segunda mitad de película.
El City sólo necesitaba ganar uno de sus últimos siete partidos para completar el doblete (ya conquistó previamente la Copa de La Liga) y salió al campo con la idea de no alargar ni un minuto la espera. Se olvidó de la derrota por 3-0 en Anfield y se lanzó a por su rival pese a que De Bruyne, Walker, Gabriel Jesús y Agüero se quedaron en el banquillo pensando en la vuelta de Champions ante los reds. Mourinho, por su parte, apostó por un once con futbolistas para dominar (Herrera, Pogba y Alexis) pero en la práctica prefirió ser fiel a su estilo: esperar atrás y cazar una contra.
Con ese panorama, los 20 primeros minutos resultaron insustanciales más allá de un posible penalti de Young por mano. El City tardó en imponer su estilo pero, una vez que Kompany logró el 1-0 a los 25 minutos en un córner, pareció no tener freno. El líder se desmelenó con el gol a favor y a la media hora Gündogan dobló la ventaja con una definición exquisita. Incluso pudo ampliar la diferencia antes del descanso, pero Sterling perdonó.
El Etihad ya celebraba el título ante el eterno rival y nadie se imaginaba lo que pasaría en una segunda mitad histórica. Menos cuando Gündogan se encontró con la madera en un mano a mano que pudo ser el 3-0. Pero de esa sentencia, en apenas dos minutos se llegó al empate. Pogba se convirtió en protagonista al hacer los dos tantos en dos minutos que provocaron el vértigo de los locales. Smalling, 15 minutos después, dio la puntilla. Guardiola lo intentó entonces sacando todo su arsenal, pero no era el día. El árbitro perdonó un claro penalti sobre Agüero y de nuevo la madera salvó a un United que aguó la fiesta del City.