El Panathinaikos dice que dejará la Euroliga
Giannakopoulos lo decidió tras no levantarle los clubes su sanción
Los clubes propietarios de la Euroliga celebraron ayer en la Ciudad Deportiva del Real Madrid una junta de accionistas. El dueño del PAO se marchó antes de tiempo amenazando con dejar la competición, pero el próximo curso, por lo que el equipo griego jugará en cuartos ante el Madrid.
Los once clubes accionistas de la Euroliga se reunieron ayer en Madrid, en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, para celebrar una junta en la que se acordó la ampliación de la Euroliga a 18 equipos para el curso 2019-20. El protagonista, sin embargo, fue el controvertido dueño del Panathinaikos, Dimitris Giannakopoulos, que dijo que los verdes dejarán la competición. Su equipo debe medirse al Madrid en cuartos. En principio el playoff se jugará y la marcha, de producirse, sería en la siguiente campaña.
El dirigente griego criticó las cuentas, expuso sus quejas por un trato injusto (también arbitral) y pidió la dimisión de Jordi Bertomeu, presidente de la Euroliga, y del resto de responsables de la competición. Luego exigió que se le levantara la sanción que le impide asistir a cualquier pabellón esta temporada por sus graves ofensas a aficionados turcos. La posible amnistía fue consultada con los otros diez clubes, que se negaron y remitieron a Giannakopoulos al actual régimen jurídico. Al escuchar la negativa, el millonario griego (hijo de Pavlos y sobrino de Thanasis, dueños de la farmacéutica Vianex, expresidentes del club y con una fortuna conjunta de mil millones) dejó la reunión antes de que concluyera asegurando que el PAO abandonará la Euroliga.
Más tarde publicó dos mensajes en Instagram. En el primero aparecía el logo de la FIBA y esta frase: “El Panathinaikos volverá donde el baloncesto debería haber estado siempre”. Y el segundo era un fotomontaje de El Padrino con la cara de Bertomeu y una amenaza: “Vamos a terminar contigo... nadie juega con el Panathinaikos”. Su lista de ofensas a árbitros, jugadores y aficiones rivales es tan extensa como las sanciones que acumula. En 2015 amenazó de muerte a Spanoulis y a toda su familia en el propio vestuario.