Víctor Gálvez desea tumbar a otro coloso del Grupo IV
El presidente quiere revivir las sensaciones del derbi
Con el recuerdo del derbi ante el Cartagena aún fresco, el murcianismo recibe ahora al Extremadura. Con la bufanda al cuello, el transistor en una mano, y la calculadora en la otra, el aficionado espera dejar a un lado las dudas institucionales y disfrutar de otro triunfo ante un rival directo. Otro partido con sabor a playoff de ascenso y con el premio de seguir peleando por un liderato que no depende del propio Real Murcia, pero que aún es posible.
Víctor Gálvez, nuevo presidente, vivió el derbi en el palco, pero será hoy cuando ejerza de presidente. Su primera medida fue poner entradas a precios muy asequibles (la más cara, en tribuna, apenas cuesta 5 euros) y lo siguiente pagar una nómina a la plantilla. Los jugadores, que lo han pasado muy mal estos meses, querrán agradecérselo con una victoria.
Salmerón se mantiene al margen del conflicto Moro-Mauricio-Gálvez y sólo se centra en el Extremadura. La lógica dice que repetirá once ante un equipo que llora por sus ausencias destacadas (especialmente la del goleador Enric Gallego o el central Borja García) pero que tiene un fondo de armario como para armar dos alineaciones igual de competentes. No quiere excesos de confianza, pese a que el Extremadura no gana como visitante desde primeros de enero. De hecho, si rompe esa mala racha, dejará a los granas en cuarto lugar.