La Rosaleda, a sus pies
Bale se quedó en Madrid (por descanso, dijo Zizou), al igual que Cristiano y Modric. Pero entre el talento desatado de Isco, las ocurrencias de Karim y el curro de Casemiro, tres puntos más.
Pura magia. Zidane sabe de esto. Pese a ser uno de los titulares que el pasado miércoles se dejó en el Bernabéu ante la Juventus buena parte de su batería, decidió que el
22 repitiese en el once en su tierra. Isco es de aquí. Para el genio de Arroyo de la Miel no es un partido más de Liga. Cuando el calendario fija en verano su vuelta a La Rosaleda, él siempre subraya la fecha en azul y blanco, de boquerón, para tener claro que quiere estar ese día en el césped para abrazarse a su gente. Y La Rosaleda reaccionó a ese cariño sanguíneo y sincero abrazando al mago con una ovación conmovedora. Emocionó ver a La Rosaleda, pese a su lógica frustración por verse irremediablemente camino de
Segunda, ponerse en pie para despedir al que fue y es su héroe en su corazón malaguista. Isco siempre será de la casa. Y verle triunfar en el Madrid y con
España es un orgullo para toda la Costa del Sol. Y él supo corresponder a tanto afecto de su amado adversario con un golazo de falta para enmarcar. Dio un toque sutil a la pelota, que evitó la barrera sin necesidad de alcanzar mucho arco. Roberto
sólo pudo estirarse para la foto. Su repertorio se completó con una gran asistencia a Casemiro
en el 0-2. Pese a ser su verdugo, todo el estadio se puso en pie cuando fue sustituido en el minuto 72: “¡Isco, Isco, Isco!”. La escuela dejada en esta bendita tierra por Juanito y Fernando Hierro ha encontrado en Isco el heredero ideal. Málaga, ¡volved pronto a Primera, amigos!
Somos terceros. Ya sé que no vamos a irnos a Cibeles a celebrar que hemos mejorado un puesto en la tabla, pero de momento este triunfo permite a la tropa de Zizou ponerse terceros en la clasificación, dejando atrás al Valencia de Marcelino y a sólo cuatro puntos del Atleti. Aún quedan retos en estas seis jornadas que restan por jugarse. El primero, superar a los inquilinos del Wanda y ser subcampeones. Segundo, ganar el Clásico del 6 de mayo en el Camp Nou. Si a eso le sumas la posibilidad de eliminar al Bayern para poder comprar un billete para Kiev, se acumularían en ese caso las alegrías para el mundo vikingo después de una temporada con muchas más borrascas que anticiclones...
Sin Cristiano. Debo hacer terapia con el portugués. Cuando no juega es como si fuera a comerme un cocido que no tuviera garbanzos. Le echo mucho de menos. Ya sé que para ganar al Málaga, como así fue, no es imprescindible tirar del Terminator de Funchal. Pero es tan determinante en ataque que es imposible no acordarse de él en sus ausencias. Lógicas por otra parte. La Champions es el objetivo y Zidane sabe que ganando la tercera Orejona consecutiva, todo se habrá dado por bueno.
Zidane se pone a 100. Con el de Málaga, el marsellés acumula 100 triunfos en sus primeros 140 partidos como entrenador blanco. Los ha resuelto con ocho títulos y camino de un noveno que sería el acabose. Pase lo que pase, ¡Zizou, quédate!
Afición confiada. El personal, tras el susto sufrido ante la Juve (que sí, Buffon, que era penalti) ha recuperado la sonrisa y vislumbra un final feliz. Este sueño compartido va por Isidre y su hijo Roger (grandes madridistas de Andorra), el ruso Igor (un fan de Cristiano), Zaid Alzuhairi y Fadwa Magdsoosi de la Peña Irak Blancos, Chuchi Castillo de la peña Nueva Ciudad de Torrelavega, y el pequeño Iker Escriche, de El Vendrell (Tarragona), que cumplirá 12 añitos el próximo día 24. Un futuro Isco...