Valgren se aprovechó del marcaje Valverde-Sagan
El danés atacó a dos kilómetros y batió a Kreuziger
Michael Valgren, danés de 26 años que se ha confirmado en este 2018 como un gran clasicómano, fue el más listo en los últimos kilómetros de la Amstel Gold Race. Atacó a dos para el final y se llevó al checo Kreuziger a rueda, al que batió para llevarse la Clásica de la Cerveza, su segunda victoria del año tras el Omloop. Gasparotto reaccionó tarde, pero le valió para ser tercero. ¿Y los teóricos favoritos?
Pues cuando Valgren arrancó, la carrera parecía abocada a un duelo entre Alejandro Valverde y Peter Sagan. Pero ninguno salió a rueda del danés mientras se vigilaban estrechamente. Tampoco Wellens ni Alaphilippe, los otros aspirantes de renombre que iban en el grupo de elegidos. Cuando intentaron lanzarse a por los escapados, ya era tarde, repitiendo esa situación típica del ciclismo de élite en la que la excesiva vigilancia hace que el ciclista que arranca en el momento justo se lleve la gloria.
De justicia es decir que Valgren remató el gran trabajo del Astana. Cuando se hizo la selección, el equipo kazajo llevaba en el reducido grupo de aspirantes a dos bazas fiables como Fuglsang y el propio Valgren, que fueron atacando hasta que el ganador se marchó junto a Kreuziger.
Una selección que empezó Mikel Landa a más de 30 km, atacando en el Kruisberg, el 29º de los 35 muros que ascendieron los ciclistas. A partir de ahí lo intentó Izagirre, Van Avermaet... Valverde y Sagan también probaron en varias ocasiones, demostrando su fortaleza y descolgando a favoritos como el tetracampeón Gilbert. Luego controlaron todos los movimientos... hasta que Valgren encontró ese momento de duda que le dio el triunfo.